El sector de telecomunicaciones está entusiasmado con la llegada del 5G, pues se espera que proporcione una conexión a Internet móvil más rápida, con una latencia muy baja y una serie de nuevas oportunidades de negocio para los proveedores de servicios, incluidos los operadores de telecomunicaciones. Incluso se estima que el 5G innovará la producción industrial y contribuirá al PIB de América Latina con 292,88 mil millones de dólares, en el que se involucrarán tecnologías como Inteligencia Artificial (AI), Realidad Virtual (VR), Realidad Aumentada (AR), Internet de las Cosas (IoT), Cloud Computing, seguridad y robótica.
Junto a las expectativas aparecen las preocupaciones de los responsables de la infraestructura, necesaria en el manejo de las nuevas tecnologías. Con los avances que surgen con gran velocidad, resulta difícil para los operadores o administradores de redes planificar la transición; lo que puede suponer costes adicionales si la migración sufre fallas. Los proveedores de servicios se preguntan continuamente cómo pueden mejorar sus redes cableadas e inalámbricas, tanto en el interior como en el exterior, sin poner en riesgo su economía, mientras que se mantienen al día con las tendencias que impulsan el mercado, todo para ofrecer una mejor calidad al usuario. Este es uno de los retos a los que se enfrentará la industria en los próximos años.
Transformación Digital
Las actividades a distancia han acelerado la transformación digital. Ahora hay nuevas demandas de uso de la red, impulsadas por factores como el teletrabajo, los juegos en línea, la multiplicación de dispositivos conectados en el entorno doméstico y otros servicios en línea, como la telemedicina y las oportunidades de negocio en la industria que proporcionará el 5G. En este escenario es imprescindible el uso de redes más confiables, lo que también conlleva nuevos requisitos de red que los operadores tendrán que cumplir.
La implementación de la Inteligencia Artificial, el aprendizaje automático y el IoT también cobrarán mayor relevancia en la región, ya que colaboran en la gestión de la información dentro del centro de datos y la optimización de su funcionamiento. Estas tecnologías también son esenciales para impulsar las ciudades inteligentes. De acuerdo con IDC, la inversión mundial en ciudades inteligentes alcanzará los 203,000 millones de dólares en 2024. Para satisfacer la demanda de un mayor ancho de banda y una latencia muy baja, será necesario un proceso de
densificación en el que las redes de acceso evolucionarán para acercarse al consumidor y distribuir los dispositivos para ofrecer una mejor conexión a cada uno.
Arquitecturas de acceso distribuido
Una opción para conseguir redes de acceso fijo es implantar Arquitecturas de Acceso Distribuido (DAA), como Remote MACPHY, junto con la tecnología DOCSIS 3.1, con la que se puede dirigir a los clientes de forma simplificada y mejorar selectivamente sus redes, con una mejor distribución y una mayor capacidad de los grupos de servicio. Otra opción es actualizar selectivamente las redes de algunos usuarios a FTTH (Fiber-to-the-Home), con el uso de arquitecturas ópticas TAP evolucionadas y de indexación, y migrar a los clientes hacia esta red de manera consciente.
En las redes inalámbricas o móviles, la densificación también tendrá que llevarse a cabo, y la evolución será selectiva, pasando de las macro cells a las small cells. Esto implica considerar la necesidad de soluciones centradas en la energía distribuida, la conectividad con la debida atención a una red planificada para la convergencia y un lugar de instalación correctamente definido, ya que el objetivo es que las small cells formen parte del mobiliario urbano sin afectarlo.
Los operadores de cable están estructurando su migración a una arquitectura de acceso distribuido que permita optimizar la red y el sistema de cabecera con Remote MACPHY. Esta estrategia abre el camino a la virtualización, la orquestación y la automatización, mientras ofrece velocidades de modulación de mayor orden.
Wi-Fi 6 y más
No cabe duda de que los servicios de conexión inalámbrica han crecido en importancia durante el último año, y las tecnologías Wi-Fi 6 y 6E son el siguiente paso para mejorar el rendimiento y la confiabilidad de las redes domésticas. El Wi-Fi 6 (que se erige como opción complementaria al 5G) ofrece mayor capacidad y eficiencia, razones por las que se está convirtiendo en una necesidad para la industria de las comunicaciones. El Wi-Fi 6E permite velocidades más rápidas mientras acepta la prestación de servicios deterministas y de baja latencia. En el futuro, Wi-Fi 7 ofrecerá niveles de rendimiento aún mayores para seguir la evolución de la red de acceso y las demandas de los clientes.
En un escenario de constante evolución, es fundamental contar con un proveedor tecnológico de soluciones y servicios que sea innovador, a la vez que se adapte a las condiciones del mercado, proporcionando a las empresas el apoyo idóneo en la toma de decisiones.
Estas tendencias serán clave para transformar la banca digital y ofrecer un mejor servicio a los usuarios de todo el continente. El reto para los clientes será conocer y dominar las nuevas aplicaciones que las instituciones financieras pondrán a nuestra disposición, esto permitirá que podamos realizar cualquier trámite bancario sin necesidad de acudir a una sucursal, garantizando nuestra salud y bienestar mientras continuamos con el distanciamiento social.
Por Hugo Ramos, CTO de CommScope para América Latina y el Caribe.