Multifuncionales: todo en un lugar

Llegó la hora de decir adiós a la impresora del fondo del pasillo – y al fax, la copiadora y el escáner. Los multifuncionales (MFPs) combinan las funciones de éstas cuatro máquinas en una sola, y prometen ahorrar espacio, dinero y molestias de mantenimiento mientras proporcionan a los usuarios sofisticadas características de flujo de trabajo y administración de documentos. Pero, ¿están a la altura? Para averiguarlo, probamos el desempeño y la calidad de las impresiones de algunos MFPs de importantes proveedores. También evaluamos las características y facilidad de uso, prestando especial atención a los páneles de control. La mejor de todas, la Aficio 2035eSp de Ricoh, hizo todo bien y rápido, mientras que el resto de las máquinas que probamos tropezaron en una o más áreas. Más que impresoras Todos los MFPs que probamos podían entregar 33, 35 o 40 ppm (páginas por minuto). Se trata de máquinas láser monocromáticas que vienen listas para imprimir, copiar y escanear en volúmenes de red (la mayoría vienen con fax listo para usarse, pero no probamos esa función). Cada una tenía un alimentador de documentos tamaño tabloide, imprimen en ambas caras del papel, tienen vidrio de escáner, bandeja de papel, y un disco duro interno para almacenar archivos localmente. Probamos la mayoría de las unidades con su bandeja de salida estándar. Cada proveedor ofrecía opciones finales que apilan, engrapan, hacen agujeros, o incluso encuadernan las hojas impresas. Las MFPs más nuevas ofrecen útiles trucos de producción de documentos, como combinar varios documentos copiados o escaneados en un solo trabajo de salida. La interrupción de trabajos permite al usuario detener un trabajo o un proceso, ejecutar otro, y después seguir con el trabajo interrumpido, así como la posibilidad de reordenar manualmente la lista de trabajos en espera. Para contar con todas estas capacidades, los MFPs demandan recursos adicionales. No obstante, ha que asegurarse de que se da el espacio suficiente a la unidad principal y cualquier opción de terminado. Más importante aún, hay que revisar los recursos eléctricos: todos los MFPs que probamos absorbían desde 1.1 KW (kilowatts) hasta 1.5 KW, y la mayoría requieren o prefieren tener una línea sólo para ellos. Como los MFPs encajan como parte de los sistemas de impresión, fax y correo electrónico de la red, un proveedor o distribuidor técnico por lo general puede ayudar con la instalación. Una precaución adicional: cada sistema que probamos tenía características para usuarios y para administradores, con áreas separadas y protegidas por una contraseña para los administradores. Sin embargo, ninguno proporciona herramientas granulares adecuadas para que los administradores controlen el acceso a características específicas. Un usuario errante o curioso puede, como nosotros, cambiar repentinamente el lenguaje del panel de control a kanji (Japonés). Resultado, el botón de Deshacer se vuelve incomprensible, forzando al usuario a hacer una llamada de servicio para restaurar el panel de control. Los departamentos acostumbrados a comprar equipo sólo a precios fijos se encontrarán con una sorpresa poco agradable. Los precios de los MFPs están basados en el modelo de negocios de las copiadoras, donde los contratos de autoarrendamiento y los acuerdos de servicios son la norma.