Tanto la cantidad como la sofisticación en el desarrollo de aplicaciones de Código Bajo (Low Code, en inglés) han venido creciendo de forma significativa en todo el mundo durante la última década. Las empresas están encontrando en estas soluciones la oportunidad para acelerar sus procesos internos, llegar hasta nuevos usuarios, comercializar sus productos e instaurar la movilidad en sus actividades, por ejemplo, de forma rápida y fácil.
Desde grandes corporaciones hasta instituciones de gobierno y Pymes están utilizando este tipo de herramientas para crear aplicaciones a la medida de sus necesidades, con un costo bajo, de forma rápida y con altos estándares de calidad y seguridad.
De acuerdo con la analista Gartner, el Código Bajo será responsable por más del 65% de las aplicaciones que utilicen las compañías para 2024.
Los ejemplos son cada vez más dicientes. En poco tiempo, la multinacional del entretenimiento Disney desarrolló una aplicación para gestionar sus eventos. Esta es usada actualmente en sus parques de diversiones. A esta se unen corporaciones como la cadena de hoteles Marriot, que ha generado una aplicación de Código Bajo para tomar reservaciones y administrar sus propiedades, o el Instituto de Ciencia y Tecnología SRM, la universidad privada más grande de India.
La Cháchara, una pequeña empresa dedicada a la comercialización de productos en México, también usó Código Bajo en una solución que combina inventarios, compras, pasarela de pagos y un tablero de control, que les permite saber el funcionamiento de cada departamento.
A diferencia del desarrollo tradicional de aplicaciones, en que un programador puede tardar meses ‘escribiendo’ las líneas de código que requiere una herramienta, el Código Bajo utiliza interfaces visuales e intuitivas, donde los usuarios solo deben organizar los elementos y el diseño que requieren para sus necesidades. Al final, las empresas pueden aumentar la productividad y la velocidad de sus soluciones a un menor costo.
Las plataformas de Código Bajo se convierten en una alternativa para que los profesionales desarrollen aplicaciones de alto impacto en menor tiempo, así como para que los usuarios con pocos conocimientos en programación construyan herramientas de manera intuitiva. De hecho, desde miembros del equipo de TI hasta líderes del negocio pueden construir soluciones que respondan a las necesidades reales del negocio, en poco tiempo y con características particulares.
Las aplicaciones se han convertido en un canal primordial para que empresas y clientes mantengan una comunicación fluida y sostenible en el tiempo. El Código Bajo les da a las organizaciones la habilidad para automatizar y cambiar procesos de negocio, flujos de trabajo y aplicaciones de gestión de casos. Todo esto por su habilidad para acceder, usar y compartir datos y procesos internos.
Por: Raju Vegesna, Jefe Evangelista de Zoho.