El cibercrimen sigue siendo un sector en crecimiento y altamente redituable. De acuerdo con datos de Cybersecurity Ventures, el costo del cibercrimen alcanzará los 10,5 billones de dólares para 2025. Y esto es muy grave, pues de acuerdo con Agustín Tiburcio Sánchez, director nacional del Comité de Tecnologías de la Información del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), el cibercrimen es ya una actividad que deja más dinero que el narcotráfico y la venta ilegal de armas y se quintuplicó de 2016 a 2021. Una tendencia que debemos considerar en 2023, es la proliferación de nuevas plataformas clandestinas — que operan en la Dark Web — .
De acuerdo con un análisis de la unidad de investigación de SILIKN, el cibercrimen genera colectivamente un estimado de $3,560,000,000.00 US dólares al año, un poco más de la mitad de la cifra del Producto Interno Bruto (PIB) generado por Estados Unidos, en el tercer trimestre de 2022, que fue de $6,775,784,881.31 US dólares (y con el cual Estados Unidos se situaba como la primera economía del mundo en cuanto a PIB se refiere).
De ahí la importancia de poder combatir al cibercrimen con todos los recursos que sean necesarios, pues a los $3,560,000,000.00 US dólares al año generados por las plataformas de la Dark Web, se le deben agregar las cuantiosas ganancias obtenidas por los grupos de ransomware, así como los ciberdelincuentes que extorsionan a sus víctimas tras robarles y filtrar su información confidencial. Un dato importante es que en 2022, la actividad de los vendedores dentro de la Dark Web aumentó un 244.8%, en comparación con 2021.
De acuerdo con el estudio de la unidad de investigación de SILIKN el 57.2% de las ganancias generadas por las plataformas dentro de la Dark Web provienen de tiendas fraudulentas, en un mercado en el cual se comercializan drogas, armas, dinero falso, datos de tarjetas de crédito robadas, tarjetas SIM anónimas, malware, así como servicios de hacking, sicarios o lavado de dinero, entre otras acciones delictivas.
También, según el mismo análisis, la mayor parte de las plataformas están vinculadas a foros que operan en idioma ruso (y esto no quiere decir que necesariamente tienen su sede en Rusia, pero sí que son sitios que atienden a una base de usuarios rusos).
Para las autoridades de todo el mundo, el terminar con los mercados de la Dark Web representa todo un desafío, ya que, aunque en ocasiones han tenido éxito derribando sus sitios web — e incluso capturando a algunos delincuentes — , el crimen organizado suele reagruparse y multiplicarse para abrir nuevos sitios y plataformas para mantener sus operaciones dentro de la Dark Web.
Además, los cibercriminales continuamente desarrollan innovaciones en tecnologías de anonimización, así como cifrado resistente de sistemas de criptomonedas, lo cual los hace muy difíciles de detener. Lo anterior sólo confirma que estos mercados son una forma firmemente establecida de actividad delictiva en línea, lo que hace que su desaparición sea muy poco probable a corto o mediano plazo.