Consideraciones de seguridad del Cloud Computing

Hoy en día, podemos acceder a internet en todos lados, desde cualquier país o rincón del mundo, situación que ha beneficiado el desarrollo de nuevas tecnologías como la nube o más conocida Cloud Computing. Esta plataforma se está instalando con más fuerza en América Latina, donde ya existen varias compañías que ofrecen este servicio, el cual le permite a las empresas almacenar una gran cantidad de información, de manera permanente, en servidores de internet, y a la cual todos sus trabajadores pueden acceder de forma sencilla y rápida, a cualquier hora y en cualquier lugar, a través de un dispositivo móvil, como la Tablet, la BlackBerry o el Notebook.

 

Como todo servicio o producto tecnológico, la nube tiene ventajas y desventajas que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir el entorno y el nivel de protección que nos ofrecen los proveedores de servicios. Las técnicas de seguridad han aumentado, pero los ciberataques también lo hacen día a día, como cuando el grupo Anonymous atacó las páginas web de Sedena y de Seguridad Pública Federal, así como la del Congreso de Nayarit, según ellos para demostrar al gobierno y al narcotráfico que la violencia e inseguridad son temas que tienen cansado al público en general. La nube es un entorno intangible y fuera del alcance físico del hombre, lo que a veces provoca un sentimiento de inseguridad e incredulidad para muchos.

 

 

El principal riesgo: la nube depende de internet

 

El Cloud Computing ha limitado la libertad de los usuarios, haciéndolos dependientes de los proveedores de servicios y de internet, ya que sin conexión o con la caída del servidor, la plataforma no funciona. 

 

Criticada por muchos, pero apoyada por otros, la seguridad de los datos en la nube, siempre ha estado en el tapete, por posibles problemas de legislación, por las responsabilidades jurídicas que recaen sobre los servidores del Cloud, y por los niveles de protección de los mismos. Esto queda claro si se piensa que la información recorrerá diferentes canales hasta llegar a su destino final, lo que provoca inseguridad para la empresa, más aún si  se tiene en cuenta la posibilidad de que los datos pudieran ser mal gestionados o se pierdan, ya sea por uso fraudulento del software o por piratería.

 

Estos son riesgos que hay que tener en cuenta, si se piensa que la nube está mucho más cerca de lo que se cree, y porque el navegar por internet es cuestión de todos los días. Sólo basta con usar redes sociales como Facebook, Google, YouTube, o simplemente revisar el mail para que nuestros datos se encuentren circulando, con posibilidades de verse afectados.

 

Cabe preguntarse entonces: ¿los documentos de una empresa que ha apostado por el Cloud Computing se encuentran protegidos? El problema es que muchas empresas han optado por relajarse en este aspecto y no están adoptando las mismas precauciones que tomarían con su información en papel. Si guardamos documentos confidenciales de empleados como fichas médicas o evaluaciones referentes a sus trabajos– en un cajón bajo llave, al cual solo una persona tiene acceso, ¿por qué no se hace lo mismo en el mundo digital, sabiendo que existe la posibilidad de hacerlo?

 

En la actualidad, la nube nos permite elegir modelos distintos, con variados niveles de seguridad. Entre ellos se encuentra la nube pública, disponible para el público en general sin limitaciones; la semi-pública o híbrida, que es la unión del modelo público y privado, los cuales se unen a través de tecnología estándar que facilite la portabilidad de datos y aplicaciones; y por último la privada, que posee una infraestructura orientada a servir a una sola organización.

 

Teniendo en cuenta los tres tipos de nubes, podemos como empresa hacer una adecuada elección a la hora de contratar al proveedor de servicios que nos dé mayor seguridad, teniendo en cuenta que en el contrato se especifique los resguardos que tendrá con la información y sus valores, ya que esta decisión, junto con las buena gestión de su empresa, definirá su experiencia en la nube como buena, regular o mala.

Por Rodolfo Lomascolo, Vicepresidente de desarrollo de negocio de STS Group.