Durante un foro en Aldea Digital 3, se
debatió sobre la regulación de las redes sociales y el derecho a decir estupideces en la red, pero enfrentar las consecuencias. Se concluyó que a veces podría parecer un poco apocalíptico lo que acontece en la red.
debatió sobre la regulación de las redes sociales y el derecho a decir estupideces en la red, pero enfrentar las consecuencias. Se concluyó que a veces podría parecer un poco apocalíptico lo que acontece en la red.
Al respecto, la catedrática de la Universidad Iberoamericana, Gabriela Warkentin, señaló que no es cierto que la revolución en Egipto se haya gestado en la red, pero que si generó una gran comunicación sobre lo que estaba aconteciendo en tiempo real durante las manifestaciones populares de país africano.
“Se reconoció el gran efecto que producen las redes sociales en países como España, Reino Unido, Estados Unidos, Túnez, Libia entre otros, sucede que en el cambio generacional no se sabe cómo tratar el tema de las redes sociales y los políticos cuando pierden control de las cosas, les parece inadecuado”, dijo.
En nuestro país existen incipientes intentos por regular las redes sociales, sin embargo, aún no se sabe qué hacer ante el boom que representa la tecnología y cómo controlarla porque México es el país latinoamericano con mayor número de participantes en las redes sociales que llega a 23 millones de cuentas de Facebook y el mayor
número de twitteros del continente.
“En el caso de México, el reto será enfrentar las elecciones de 2012 para impulsar un cambio positivo en la sociedad mexicana y evitar filtraciones y falsos hechos, así como utilizar las redes sociales como plataforma de conciencia política”, agregó Warkentin.
Se concluyó que debe generarse una cultura de uso, aplicar filtros a la información y sancionar socialmente a quien utilice la red para mentir o haga mal uso de ella. La especialista mencionó que encontrar la solución al reto de los medios de comunicación dado que enfrentan a las redes sociales y su modelo de negocio está en crisis.
“Todavía no sabemos enfrentar el reto de una mente analógica al abordar el mundo digital y en eso habrá que trabajar para encontrar soluciones”, finalizó Warkentin.