Por Leopoldo Ruiz, director comercial para la unidad ITB de Schneider Electric México
La gran cantidad de energía eléctrica que se consume a diario en los centros de datos es una preocupación constante para la comunidad TI a nivel mundial. Un centro de datos puede llegar a consumir cerca de 50,000 millones de kilovatios/hora de energía eléctrica al año, causando grandes pérdidas tanto en dinero como en gasto de energía.
Sin embargo, las empresas pueden administrar el ahorro energético, dependiendo de las soluciones y los objetivos deseados. Por ejemplo, los centros de datos típicos consumen más del doble de su potencia, siendo la energía eléctrica el mayor gasto dentro de la infraestructura, generando en la factura de electricidad 70%, mientras que 30% restante corresponde a las TI. Con esto podemos observar que la eficiencia en un centro de datos puede ser definida como la fracción de potencia existente, que se convierte en potencia útil; pero si no es bien utilizada es considerada un desperdicio.
Algunas empresas se han enfocado en mejorar la eficiencia energética de los centros de datos, con el fin de beneficiar tanto a compañías, así como al planeta. Es por ello, que han desarrollado herramientas que permiten medir la eficiencia energética de los centros de datos para que las empresas identifiquen sus necesidades y por ende, tomen mejores decisiones al momento de definir sus estrategias de eficiencia energética en sus centros de datos.
La empresa para la cual laboro ofrece una herramienta en línea que ayuda a los profesionales de TI en todo el mundo a determinar los niveles de eficiencia, proporciona resultados basados en los niveles existentes de un centro de datos, para así recomendar los siguientes pasos e identificar las mejoras que se pueden implementar. Además, la auditoría proporciona resultados en tres categorías, incluyendo la eficiencia de la infraestructura del centro de datos, la de TI y el nivel de madurez de un centro de datos, ambos en una escala relativa de cero a cinco años.
Esta herramienta permite las compañías, una manera rápida de compararse tanto en forma cualitativa y cuantitativa sobre la eficiencia energética de sus centros de datos, además de proporcionar un índice de eficiencia global que le permitirá compararse con otras empresas en la industria.
Con herramientas de eficiencia energética como éstas, los usuarios obtienen análisis de lo que son hoy, y de lo que pueden llegar a ser en los próximos años al tomar una correcta decisión en el uso confiable, seguro y eficiente de los centros de datos.