Después de derribar los sitios de organizaciones cristianas en Estados Unidos (http://www.computerworldmexico.mx/Articulos/21791.htm), miembros del grupo hacktivista Anonymous la emprendieron contra la iglesia católica y los musulmanes.
Los sistemas del Vaticano fueron vulnerados en dos ocasiones en menos de una semana. El objetivo de los ataques al sitio web de esta institución es protestar en contra de la corrupción de la iglesia, la doctrina que somete a los feligreses a la pobreza mientras los líderes gozan de una vida opulenta, y el abuso sexual contra menores que durante años ha protegido a los sacerdotes pederastas.
En los ataques, además de tirar el sitio web del Vaticano, los hackers han obtenido acceso a información como nombres, usuarios y contraseñas de la base de datos de Radio Vaticano. Algunos de ellos son el coordinador del equipo web, Pietro Cocco, el administrador de sistemas y jefe del proyecto, Massimiliano Di Bello, o el desarrollador de software, Fabio Valerio.
Anonymous acusa al Vaticano de utilizar repetidores con una potencia superior a la que la ley les permite, con el objetivo de que Radio Vaticano se escuche en todo el mundo, lo que causa problemas de salud a los que tienen la "desgracia" de residir en la proximidad de esos repetidores. "Anonymous no puede tolerar que estos crímenes sigan impunes, y les recordamos que son ‘invitados’ en suelo italiano".
El grupo de hackers se burló en un comunicado: "Con ansia, desde Anonymous esperamos la excomunión oficial en una plaza pública".
Lucha por la libertad de expresión en Túnez
Por otro lado, los musulmanes no se han librado de los ataques del grupo hacktivista. Varias páginas islamistas de origen tunecino en Facebook fueron pirateadas durante el fin de semana por un grupo que afirmó pertenecer a Anonymous y envió un mensaje video prometiendo “detener las actuaciones” de los salafistas en Túnez.
“No estamos contra la religión, somos musulmanes, pero defendemos la libertad en nuestro país”, escribieron los piratas en las páginas Facebook de los islamistas, en particular la de Hizb Ettahrir, un partido ilegal que reclama la restauración del califato.
También fueron publicadas fotos de la bandera tunecina y un mensaje video destinado a los salafistas.
“Desde ahora luchamos contra ustedes (…) sus correos internet, sus cuentas bancarias y transacciones serán revisadas, sus discos duros serán copiados. No es más que el comienzo”, declaró un hombre con la máscara de Anonymous.
“Si el gobierno tunecino no detiene vuestras actuaciones en la próximas semanas, Anonymous lo hará”, agrega el hombre, recordando los incidentes vinculados a los salafistas desde hace varios meses en Túnez.