La Web está convirtiendose en punto de distribución para los códigos maliciosos y los ataques de phishing. Sólo en los últimos seis meses del pasado año, los códigos maliciosos únicos crecieron en un 133 por ciento con respecto al semestre anterior. De los 212,101 nuevos códigos maliciosos del primer semestre se pasó a los 499,811 en el segundo, lo que indica que dicho crecimiento está respaldado por el trabajo de autores especializados y refuerza la existencia de organizaciones que emplean programadores dedicados a la producción de este tipo de amenazas. Por su parte, Symantec destaca que los sitios Web de redes sociales también han proliferado por la cantidad de información que recogen de sus usuarios. Resultan fáciles de explotar por parte de los delincuentes y, dado que las páginas de redes sociales ofrecen gran confianza a los usuarios, cada vez son utilizadas en mayor medida para realizar ataques de phising. Además, la información que los inscritos aportan en ellas sobre su identidad es cada vez más completa. Una vez evaluada la tasa de adopción de las aplicaciones, se ha detectado que de 54,609 aplicaciones únicas desplegadas en ordenadores con sistema operativo Windows, un 65 por ciento de ellas son malintencionadas. En lo que respecta a sectores preferidos por los atacantes, el de finanzas sigue ocupando el primer puesto, ya que supone grandes beneficios para los hackers. Destaca la aparición, por vez primera y en el cuarto puesto, de los delitos fraudulentos basados en las cuentas de eBay y en lo que tiene que ver con sus transacciones. Los datos revelados por el XIII Informe sobre amenazas a la seguridad en internet, están basados en datos reales y empíricos recopilados por la Global Intelligence Network, la cual ofrece una monitorización del panorama actual a nivel mundial relacionado con la seguridad en Internet, así como hábitos y tendencias que se han producido en los últimos meses.