La clave para subirse a la nube es la virtualización

Por Luis A. Godínez Hernández, LATAM Regional Account Manager de Hitachi Data Systems

 

En la actualidad los datos son generados por tres fuentes: empresas que se comunican entre ellas,  es el caso de las transacciones en línea; por personas, quienes generan documentos e imágenes, y entre máquinas, por ejemplo: las imágenes vía satélite, sensores y  transferencias de audio o videos.

Aunque desde hace tiempo  se escuchaba la advertencia sobre el aumento de los datos, ahora sí enfrentamos un gran crecimiento de archivos de distintos tipos, que en los próximos años seguirán multiplicándose, en especial el tráfico entre máquinas.

Para enfrentar esta ola de información debemos empezar por pensar de forma diferente, por ejemplo, es importante tener en cuenta que el costo de adquisición de los sistemas de almacenamiento representa tan sólo el 20% del costo total de propiedad de una solución de resguardo de información, por ello, primero se debe hacer un análisis de los sistemas con los que se cuenta y los requerimientos de la empresa.

Con el fin de procesar los datos y convertirlos en información útil, existen varios acrónimos y conceptos que repiten los proveedores de TI, sin embargo, no quedan muy claros a muchos usuarios.

Es el caso del Cómputo en nube, el cual no es un producto sino un conjunto de procesos y tecnologías, éstos pueden organizarse en tres grandes capas,  la más básica; la nube de Infraestructura, la de contenido y por último la mas importante al negocio, la de información. Hoy día ya no se trata sólo de guardar, sino se requiere un ecosistema inteligente de búsqueda y distribución de datos e información.

Tener una solución de cómputo en nube, implica un proceso en el cual hay que alinear la tecnología a las necesidades del negocio. Donde el principal reto es entender los requerimientos del cliente, además de hacer frente a los bajos presupuestos en  inversiones de tecnología y  el sub aprovechamiento del almacenamiento, lo que ocasiona islas de datos dentro de las organizaciones.

Además, adoptar la nube no requiere de una total reingeniería, ni de la sustitución de todos los sistemas. Hemos visto que muchas compañías ya cuentan con una infraestructura de TI con gran potencial, que básicamente sólo hay que alinear para tener su información en la nube, es como un rompecabezas, alinear sus aplicativos y sus sistemas de procesamiento, almacenamiento y red al resultado final de una forma coherente sin incrementar sus costos.

En este aspecto la clave es la virtualización del almacenamiento. Para optimizar los recursos, basta con una sola plataforma de virtualización que soporte las tres capas de la nube, esta migración ya no es larga ni complicada, lo que antes llevaba semanas ahora puede estar listo en minutos. Empresas mexicanas de diversos sectores ya virtualizan el acceso a sus datos. En el caso de Hitachi Data Systems, incluso podemos virtualizar de forma natural y simple, equipos de otras marcas.

Es un hecho que la nube ya está en nuestra  vida diaria, como ejemplo;  podemos verla donde guardamos nuestras fotos y música en la red. A la par que se virtualiza, podemos tomar el  control de nuestra información y agregar la seguridad necesaria.

Todo lo anterior se puede hacer, a la vez que reducimos entre  un 20 y un 50% en gastos de almacenamiento, si se toman en cuenta aspectos como:

          Mayor utilización de los activos de almacenamiento existentes.

          Un solo punto para administrar todo tipo de contenido.

          Una plataforma dinámica de datos por niveles que permite una alineación contínua a los requerimientos del negocio.

          Alinear el resultado final a las necesidades del negocio y no a las limitaciones de centro de datos y/o algunos proveedores.

Hoy los profesionales de la industria de TIC debemos proveer este asesoramiento honesto y consultivo a nuestros clientes, para lograr acelerar la realidad del cómputo en nube.