Tecnología RFID ofrece trazabilidad a las empresas mexicanas

GS1 México explica la trazabilidad como el proceso que permite obtener la capacidad de rastrear históricamente el origen y destino de un producto terminado; desde su creación, se entiende como el número de lote de la materia prima, pasando por la manufactura de transformación y la creación del producto terminado, hasta llegar al consumidor final o punto de venta. Para ello, se hace un registro del origen y destino del producto en cada una de las etapas por las que transcurre en la cadena de suministro de los diferentes socios comerciales.

 

Con un claro enfoque dentro de la industria manufacturera, desde fabricantes de materias primas, fabricantes de productos intermedios, fabricantes de productos terminados, centros de distribución, almacenes y cadenas de tiendas de comercio al menudeo, cada uno de ellos tiene su papel de identificación y registro de origen-destino, logrando así un proceso sin pérdida de trazabilidad.

El objetivo esencial de la trazabilidad es generar completa visibilidad en la cadena de suministro distinguiéndose importantes beneficios derivados de ella.

Siete son los beneficios de la trazabilidad:

  • Reducción de controles manuales limitando los errores

  • Mejor control del rendimiento de insumos y materias primas

  • Mejoramiento de los tiempos de despacho y recepción de mercancías

  • Disponibilidad de la información de modo rápido y seguro

  • Reducción de costos logísticos por rechazo de mercancías

  • Posicionamiento de la compañía frente a la competencia

  • Mayor nivel de satisfacción y confianza de los clientes

La tecnología RFID

La tecnología de identificación por radio frecuencia (RFID por sus siglas Radio Frequency IDentification) es la herramienta más eficiente que ha surgido para monitorear la trazabilidad de muchos productos; sin embargo, en nuestro país es de una aplicación y un conocimiento aún muy limitados.

Aunque prácticamente dos de cada tres empresas tienen conocimiento sobre esta tecnología pasará aún tiempo para concretar la implementación de RFID en las organizaciones mexicanas; ocurriendo algo muy similar a la historia que se presentó con el código de barras a mediados de los años ochenta.

Son diversas las barreras que se han detectado para su implementación, sin embargo la opinión que predomina entre los empresarios es la gran diferencia en términos de costos de una etiqueta de código de barras y una de RFID.

A mediados de los años ochenta un grupo de empresas encabezadas por ese entonces por la cadena comercial Aurrerá y algunos socios decidió implementar el código de barras, sin embargo después de esfuerzos organizados, su adopción tomó auge hasta 1991.

Ante este contexto cabe la pregunta sobre ¿Qué pasará con la adopción de la tecnología RFID en el futuro inmediato?

Desde nuestra perspectiva el uso de RFID en las empresas mexicanas todavía pasará por un proceso largo tomando en cuenta la experiencia del código de barras; actualmente es una tecnología que se ve parcialmente aprovechada por algunas organizaciones en áreas específicas y con beneficios todavía muy difíciles de percibir por el consumidor final.

Por Emilio Parra Valencia, Select