Citando a fuentes cercanas al proceso, Reuters afirma que Dell se encuentra negociando su venta potencial a inversores privados. Las conversaciones estarían siendo llevadas por Michael Dell, fundador y presidente de Dell, quien posee cerca del 15.7% de la compañía. Según las fuentes mencionadas, el acuerdo que se estaría negociando es “multimillonario”.
Asimismo, The Wall Street Journal, que también cita fuentes no identificadas, señala que TPG y Silver Lake podrían asociarse para realizar una oferta. En esta operación también estarían implicadas otras firmas como JP Morgan Chase & Co. Al parecer, las conversaciones habrían progresado en los últimos dos o tres meses y el acuerdo podría ser cerrado en unas seis semanas.
En los últimos tiempos, Dell ha cambiado su estrategia con el fin de reinventarse. A mitad del 2011, Michael Dell afirmó en una entrevista a The Wall Street Journal que su compañía “no es un fabricante de PC de consumo” y recordó que Dell ha ido adentrándose en otros mercados como la seguridad, las soluciones empresariales, la virtualización, los servicios, los centros de datos, el networking o el almacenamiento.
Si nos centramos en el mercado de PC, según el último informe de Gartner, Dell cedió cuota de mercado en favor de HP y de Lenovo.
Algunos analistas consultados por Reuters consideran que una posible venta de Dell a inversores privados “tendría sentido”, mientras que otros señalan los riesgos de esta operación, y más si se tiene en cuenta “la deuda de unos $4,500 millones de dólares” y unas perspectivas no muy alentadoras en lo que al mercado de PC se refiere, un sector que está en horas bajas y que está cediendo ante la llegada de las tablets.
Dell está valorada en unos $19,000 millones de dólares. Reuters destaca que una potencial compra de esta compañía por parte de inversores privados supondría la mayor operación desde el inicio de la crisis económica en el 2008.
Después de la difusión de estas publicaciones, y pese a que un portavoz de la firma, David Frink, indicó que “la compañía no comenta rumores o especulaciones”, el precio de las acciones de Dell se ha incrementado un 21% en dos sesiones (con el dato de cierre de ayer, $13.17 dólares, si bien a lo largo de la sesión hubo picos de subida cercanos al 23%).
A la vista de esta evolución, parece que los inversores respaldan esta posibilidad, que podría ayudar en la estrategia de Dell a largo plazo, reduciendo la presión que sufren las compañías que cotizan en Wall Street. Sin embargo, esta decisión no elimina los retos a los que tiene que hacer frente Dell para minimizar el impacto que tiene sobre la compañía el bajo margen del negocio de PC, según estiman algunos analistas.
En lo que no se ponen de acuerdo los analistas es si el tamaño de la compañía puede ser un problema para que la entrada de capital privado ayude en la transición que quiere llevar a cabo la compañía, desde un negocio muy cercano al mercado PC hacia una posición de proveedor de infraestructura TI. Como tampoco en si este paso allanará el camino de esta evolución o si, por el contrario, incrementará la presión de los resultados trimestrales acortando los plazos que debería seguir la firma de cara a futuro.
En los últimos años Dell ha ido evolucionando su oferta desde PC de bajo margen hacia productos más orientados a la empresa, incrementando de esa forma sus ratios de rentabilidad. Asimismo, la compañía ha ido realizando adquisiciones de firmas con el objetivo de complementar el catálogo de productos a fin de convertirse en un proveedor de soluciones globales más allá del PC, componiendo una nueva oferta en servicios, software, redes, almacenamiento y productos en el área de los servidores.
Para los analistas, la clave del éxito de este movimiento está en que Dell y los posibles inversores privados estén de acuerdo en mantener esta línea de evolución estratégica a largo plazo, más allá de los resultados de cada trimestre. Y es que las firmas de análisis son conscientes de que pese a que el negocio PC es muy llamativo para los clientes, no es un negocio tan productivo para los márgenes de las compañías, aunque este movimiento puede ayudar a Dell a librarse de la escasa paciencia que los inversores de Wall Street suelen mostrar con estrategias a largo plazo. Con ello, la compañía podría tener respaldo para proseguir con una evolución que algunos analistas estiman que podría llevarle hasta cinco años.
Con información de Zafar Anjum y Miguel Ángel Gómez