Dell, que llegó a tener un valor en de más de $100,000 millones de dólares, ha sido recomprada ahora por algo más de $24,000 millones. Y eso teniendo en cuenta que desde que se iniciaron los rumores la acción se revalorizó en torno al 25 por ciento.
Michael Dell mantiene su posición en la compañía, con el respaldo de la inversión de Silver Lake y Microsoft, lo que lleva a Dave Johnson, analista de Forrester, a señalar que “habrá cambios, eso no se cuestiona, pero los clientes los verán desde la orilla, alejados de cualquier riesgo y manteniendo sus relaciones intactas. Además, no esperamos que Dell tire por la borda el negocio PC”.
“Es fácil hacer comparaciones con IBM y Lenovo, pero es algo superficial, porque IBM tenía otros intereses en los que centrarse”, continúa. “El PC sigue siendo una pieza importante del pastel para Dell, y ellos necesitan estos ingresos para fortalecer su posición en áreas donde encontrar más valor y diferenciación”.
En este sentido, Richard Holway, analista británico, estima que Dell “todavía depende, al 70 por ciento, del negocio PC. Hicieron un gran trabajo, pero los días ‘on-premise’ se han terminado. Reestructurarse bajo la lupa de los informes trimestrales es muy duro. Es casi imposible desarrollar una estrategia a dos años vista para una empresa cotizada en Bolsa. Y digo casi, porque hay ejemplo, como IBM, que sí pudieron llevar a cabo la transformación, si bien los fundamentos de IBM en otras áreas de negocio eran más profundos y amplios”.
Para Holway, sea cual sea la decisión que tome Dell sobre su negocio de PC, “ya sea venderlo, reducirlo o mantenerlo, será más fácil hacerlo como una empresa privada (sin cotizar en Bolsa)”. Si bien reconocía que no siempre los inversores privados son más fáciles de complacer que los inversores bursátiles.
Por su parte, Carter Lusher, analista jefe de TI de Ovum, espera “cambios radicales en la estrategia y la hoja de ruta de productos de Dell”.
“Dell se encuentra en una rompedora transición, desde proveedor de hardware, tradicionalmente PC, a proveedor de soluciones de infraestructura para el segmento Enterprise, incluyendo software y servicios. Y el significativo problema al que se puede enfrentar es que algunos clientes, tanto del sector público como del privado, prefieran esperar a que ‘el polvo se asiente’ antes de retornar en sus inversiones”, añade. “Mientras conforman una oferta estable y completa que se ajuste a las necesidades de los clientes, van a haber cierta incertidumbre sobre los productos que se mantienen o se refuerzan y los que no”.
La clave del éxito en la transición, para Ovum, “es la comunicación de la estrategia a los clientes, pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, dado que Dell tiene una profunda identidad de marca como fabricante de PC, y ahora tiene que desarrollar esta identidad en el terreno de los servicios y las soluciones”.
Por último, Lusher recomienda a los CIO que es mantengan cerca de Dell, con el fin de conocer de primera mano los detalles de la transición como forma de minimizar los posibles riesgos para su infraestructura TI.