Amenazas nuevas surgen y los vectores de ataques cambian constantemente para engañar a las soluciones de seguridad. Estas amenazas siempre cambiantes exigen productos de vanguardia para mitigarlas; las cuales se tienen que implementar y gestionar. Esto incrementa la carga de trabajo de los equipos de TI que ya están saturados. Así se vuelve más fácil no alcanzar una amenaza –y la infraestructura de seguridad siempre creciente empieza a convertirse en una amenaza.
Las amenazas solamente necesitan hallar una entrada a la red; los equipos de TI necesitan proteger toda la infraestructura de red. La mejor solución es terminar con el enfoque de seguridad tradicional de comprar productos de punto discretos de múltiples proveedores cada uno con un enfoque diferente de administración.
A fin de reducir la complejidad y mejorar la seguridad, Check Point aconseja integrar tres dimensiones primordiales de la seguridad: políticas, personal y refuerzo de las normas.
Políticas: Primero los clientes necesitan comenzar por definir una política que sea ampliamente comprendida en la organización. Estas políticas se deben presentar en términos de negocio simples, no en lenguaje tecnológico. Gran parte de las organizaciones actuales no tienen políticas que sean fáciles de comprender y a menudo fallan en informar a los empleados de estas normas. Para reforzar una mejor seguridad en todas las capas de la red las organizaciones necesitan poder ver la solución de seguridad desde un punto de vista integral – vea dónde y cómo se ajustan todas las tecnologías para entender dónde pueden residir los riesgos.
Personal: La segunda y tal vez la dimensión más relevante de la seguridad son los empleados de la organización. El uso de la Internet en la oficina ha cambiado drásticamente con la adopción amplia de las redes sociales y de las aplicaciones Web 2.0. Este reconocimiento desafía a los administradores de TI a proteger la organización contra una gama de amenazas nuevas y emergentes sin inhibir a los empleados o detener el flujo del negocio.
Refuerzo de reglas: La tercera dimensión es el refuerzo de las normas. La seguridad se trata de ganar mejor control sobre múltiples capas de protección y aquí es donde es clave cortar la complejidad. Al combinar estos tres elementos críticos – políticas, personal y refuerzo de reglas a través de la tecnología- las organizaciones ahora pueden ofrecer seguridad como un proceso de negocio. Un proceso que remueve la complejidad, educa y le da autonomía a los usuarios finales y vincula estas prácticas a necesidades de negocio y a estrategias de nivel alto.
La seguridad es un pilar central para administrar su empresa. Sin seguridad el negocio es riesgoso. Las redes, TI, la gestión de riesgos y el cumplimiento de las reglas son todos importantes, pero no hay forma de enfrentar ninguno de estos elementos sin pensar en la seguridad. Las compañías necesitarán evitar separar la visión de cada elemento pues puede crear agujeros de seguridad entre los productos de punto y las iniciativas.