Los ultrasonidos podrían tener una nueva aplicación práctica, esta vez en el campo del almacenamiento de información en discos duros sólidos y memorias flash. Y es que científicos de una universidad norteamericana han afirmado conocer el modo de que estas ondas sonoras ayuden a mejorar la forma en que se almacenan los datos.
"Estamos cerca de alcanzar el máximo potencial de la tecnología actual de almacenamiento magnético", ha explicado Pallavi Dhagat, profesor asociado en la Escuela de de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación de la Universidad Estatal de Oregón. "Siempre hay una necesidad de nuevos enfoques que podrían permitir almacenar información en un espacio más pequeño, con menor coste y menor consumo de energía".
La tecnología en cuestión se denomina "grabación magnética acústico-asistida" y fue presentada en la XII Conferencia MMM/Intermag en Chicago, en tanto la patente está pendiente de registro en Estados Unidos. Su funcionamiento es el siguiente: cuando los materiales del disco se calientan temporalmente, aunque sea por un instante, puede convertirse en un elemento menos rígido y más datos se pueden almacenar en un lugar concreto.
"Pero el calentamiento del disco mediante ultrasonidos ha sido difícil de conseguir porque el calor tiende a extenderse más allá de donde se quiere, además de que la tecnología consiste en la integración compleja de óptica, electrónica y magnetismo", dijeron los investigadores.
Una vez que se apagan los ultrasonidos, el material inmediatamente vuelve a su forma original, pero los datos almacenados durante el proceso permanecen. Eso sí, por el momento sus descubridores no han podido facilitar una cifra exacta de cuánto más se puede mejorar la capacidad de los discos.