
Todo el mundo ama los juguetes nuevos. Para la mayoría de expertos en tecnología, pasear por un centro de datos lleno de servidores, unidades de brillantes colores y con luces parpadeantes es tal y como despertar en la mañana de Navidad. Sin embargo, tener la última y mejor tecnología en todos los campos es una fijación costosa que puede arrastrarle a usted y su empresa a un pozo sin fondo y a la ruina total.
La atracción de lo nuevo
Sirva el ejemplo del almacenamiento sin ir más lejos. La mayoría de las empresas de tamaño grande y las agencias gubernamentales suelen quitar y reemplazar sus sistemas de almacenamiento cada pocos años para almacenar un montón de datos que nunca volver a utilizar de nuevo, explica Anthony R. Howard, autor del best-seller "The Invisible Enemy: Black Fox". "El hecho sorprendente es que la mayoría de datos de TI no se toca de nuevo más allá de los primeros 30 días. Es decir, las empresas están perdiendo millones a la hora de comprar almacenamiento específico para los datos relevantes que se necesitan en la actualidad y así con un nuevo sistema de este tipo cada tres o cinco años. Imagine un sistema escalonado en el que sólo los datos que realmente se necesitan iría en las unidades más caras y los datos que no lo sean irán automáticamente a los discos más baratos. Imagínese si las organizaciones sólo pagan por los componentes que realmente necesitan ser actualizados, y luego los agrega a su infraestructura actual. Piense en lo que podían hacer con ese dinero".
La cura a esta adicción: La mayoría de los profesionales de TI se fija en el precio de compra inicial cuando el que se debe analizar es el coste total de propiedad, afirma Howard. Una mirada a los costes reales pueden ayudar a frenar su adicción a la última y mejor tecnología. "Las preguntas importantes son cuánto le costará implementar, administrar, mantener y ejecutar estas cosas durante toda su vida. La mayoría de los vendedores no suelen incluir los costes más importantes en sus ofertas".
La ilusión de estar seguros
Los departamentos de TI son adictos a la percepción de que están seguros. Creen que este tema se reduce a algo que se puede encender y apagar como un interruptor. En lugar de usar la política de seguridad para guiar a los empleados acerca de cómo manejar adecuadamente la información, se lanzan de forma masiva a aspectos como los números PIN, contraseñas y los roles de usuario; sistemas todos ellos que ofrecen la ilusión de una seguridad que no siempre es real.
En ese sentido, Ron Bittner, director de TI en Depot Nacional, afirma que la seguridad sigue siendo un juego de azar, especialmente para las pequeñas empresas. "He establecido y supervisado cortafuegos, antivirus y otras herramientas de seguridad y todavía no sabemos de manera concluyente si estamos protegidos adecuadamente. Sin grandes recursos para dedicar personal a la seguridad informática, las pymes están constantemente preocupadas acerca de si no se han blindado lo suficiente para sus operaciones o si los hackers profesionales puede llegar a ellas o no".
La cura: Disfrute de la realidad de que ninguna red u organización puede ser nunca segura al 100%. Sea realista y asuma que las brechas de seguridad se pueden producir. Lo que su empresa debe tener previsto es la forma en que actuará cuando ésta se produzca, llegando hasta el punto originario del conflicto y tratando de mitigar al máximo las consecuencias del ataque.