La planificación de los recursos corporativos es una de las misiones principales de los departamentos de informática y por ello las soluciones ERP (Enterprise Resource Planning) se han convertido en el núcleo de su actividad en los últimos años. Este tipo de software es además un auténtico quebradero de cabeza para las empresas, ya que existe una alta barrera de entrada, tanto en términos financieros como de inversión en expertos TIC para que mantengan la aplicación en funcionamiento.
Por ello, cuando comenzó a popularizarse el paradigma de software como servicio se pensó que este problema estaba resuelto: el pago por uso permitiría a las empresas acceder a estas soluciones a un coste razonable y sin incorporar más personal a su organigrama. Sin embargo, varios analistas afirman que hay una gran cantidad de factores a tener en cuenta antes de dar este paso.
En ese sentido, Andrew Dailey, director general de Investigación de MGI, cree que hay ciertos casos donde un modelo SaaS puede ser beneficioso, pero debe abordarse siempre con cautela. "Si se necesita un sistema empresarial de forma inmediata o con una implementación muy rápida, un sistema en SaaS puede ser un modelo atractivo”. Pero Dailey advierte también de que muchas empresas sólo se fijan en el ahorro inmediato a la hora de optar por el software como servicio: "No existe ningún dato que atesore que un modelo SaaS es más barato que la solución local", llegando a ser más caro incluso en proyectos a largo plazo, según el analista.
En la misma línea se muestra Aleksey Osintsev, analista de Technology Evaluation Centres. "Los procedimientos de reducción de gastos suele seguir esta lógica", ya que logran externalizar en la mayoría de los casos un elemento que parece no interferir de manera directa en el negocio. Pero el experto defiende que las empresas deben ser conscientes de las restricciones a las que se enfrentan en su sector. "Existe una legislación que impide a las empresas utilizar software como servicio en ciertas formas o tipo de datos, además de no poderlos sacar de algunos paises".
Osintsev también piensa que las empresas deben ser cautelosas acerca de las herramientas ERP en modalidad SaaS en cuanto a las capacidades de personalizar y actualizar la aplicación. "Si tienes que hacer algunas modificaciones en el software, todavía no está claro como se podría hacer en aplicaciones basadas en la nube”. Dailey también percibe este potencial problema: "Si bien en una solución on-premise cuando deseas actualizar una parte de la solución hay que actualizar toda la solución, en un modelo SaaS no tienes ni tan siquiera el control de los procesos de actualización, incluso algunas de ellas serán actualizaciones forzosas por parte del proveedor”, pudiendo bloquear o eliminar funcionalidades críticas para el negocio o provocando problemas si se cambia la interfaz de manera drástica.
Por último, Osintsev afirma que el principal problema es lo que suceda al finalizar el contrato con el proveedor de la nube. "Conozco algunos casos donde los proveedores de software no proporcionan los datos a los clientes cuando el contrato termina". Por ello, la recomendación final que se puede hacer a aquellos que estén interesados en implementar una solución ERP en modalidad SaaS es que sean cautelosos, que comprueben bien el contrato en que se van a involucrar, especialmente en los aspectos referentes a la recuperación de datos, garantías de servicio y las actualizaciones.