En la Conferencia Mundial de Desarrolladores Apple 2005 (WWDC: World Wide Developper Conference), Steve Jobs anunció la transición de PowerPC a Intel en una reunión de desarrolladores Mac “de hueso colorado”. El público de la WWDC ya sabía que el cambio vendría; ya habían leído el gran secreto en los periódicos. Jobs habló para reasegurar a los presentes que tendrían tiempo más que suficiente para ajustar, que Apple no dejaría de hacer sistemas PowerPC precipitadamente. No hay por que alarmarse, dijo, como tratando de prevenir que el cuarto principal se transformará en una multitud marchando hacia CompUSA para hacer sus pre-órdenes de Vista. No hubo tal revuelo. Apple fue el blanco de las bromas por un momento después de la entrega en enero de la iMac basada en Intel, una ocasión memorable tanto por la nueva arquitectura como por la única aplicación nativa de la plataforma, iLife ’06 consumer media suite de Apple. Pero eso es historia antigua. La biblioteca de software de Apple está completamente transferida a Intel, junto con un sólido 98% del software comercial de terceros. Los proyectos de código abierto activos han llegado Intel también. De hecho, la transición de Apple a Intel, junto con la revitalización del sistema operativo de código abierto de Apple, Darwin, encendió fuego bajo una comunidad de código abierto Mac aún activa. El cambio de Apple a Intel ha tenido un par de consecuencias interesantes. Apple inicialmente se mantuvo renuente a soportar Windows, diciendo sólo que la plataforma Intel Mac no hacía nada para evitar que Windows se ejecutara. Pero cuando se descubrió que Microsoft estaba arrastrando sus pies a la adopción de un nuevo estándar de “boot firmware”, la Interfaz de Firmware Expansible (Extensible Firmware Interface (EFI), Apple modificó activamente la plataforma Mac para hacer que Windows se instalara más fácilmente. Boot Camp modificó el EFI firmware de Mac para hacerlo más amigable con Windows, automatizó el proceso de instalación de Windows y proporcionó drivers de Windows para dispositivos Mac únicos. Apple atraía usuarios de Windows hacia Mac diciendo, “Mac corre Office”,pero ahora es “Mac corre Windows.” Boot Camp configuró a Mac para arrancar Windows, pero arrancar doble no es práctico para la mayoría de los usuarios. Previamente el software de virtualización de bajo perfil Parallels vino con la verdadera solución de Windows. Parallels Desktop se convirtió en la primera solución de virtualización de cliente indispensable, ejecutando Windows perfectamente y con casi cero sobrecarga de desempeño, como invitado en cualquier Mac Intel. Más para el deleite de los que no toman partido en la controversia, Parallels Desktop también alojaba Linux, BSD, y casi toda la lista de sistemas operativos x86 populares, con la excepción de OS X. La incapacidad de OS X para virtualizarse para desarrollo, consolidación y aislamiento sigue siendo una de las fallas de la plataforma, y se ha vuelto una limitación más notoria con la llegada de virtualizaciones asistidas por hardware de Intel y la instalación de un sistema operativo invitado en un paso de Parallels. La transición a Intel vino en dos olas: pimero, Apple movió a sus clientes de 32 bits de PowerPC a Intel Core Duo. Después movió a esos clientes a Core 2 Duo de 64 bits y sacaron la estación de trabajo Mac Pro y el servidor Xserve, respectivamente, basándose en la arquitectura Woodcrest Xeon. Ahora cualquier Mac tiene al menos dos núcleos x86 de 64 bits con virtualización de hardware. Hay mucho poder sin explotar ahí, pero no se desperdiciará. La combinación del OS X 10.5 Leopard “listo para atacar” y, donde se necesite, el Parallels Desktop con capacidad de servidor, liberará ese poder y despertará de nuevo al durmiente programa de servidor de Apple. -Tom Yager