Gartner ha sido uno de los primeros en alertar sobre este asunto y calcula que el 90 por ciento de las empresas no alcanzará el despliegue completo de Windows 8, al menos hasta 2014.
Hay consultores tecnológicos que, de hecho, no comenzarán a aconsejar su despliegue hasta dentro de un año o dos. “No hay ninguna tarea de trabajo que Windows 8 vaya a mejorar”, llega a decir Pete Lee, responsable de SWC Technologies, empresa de consultoría y despliegue de software y partner Gold de Microsoft.
Las principales dificultades radican en lo poco que difiere Windows 7 de Windows 8, asegura el experto del especialista de red, Georges Khairalla, que lleva semanas probando Windows 8 para gestionar su red.
“Será traumático para algunos usuarios- asegura- si la empresa no tiene un programa de formación excelente para el cliente final”.
Esto no significa que el sistema operativo no tenga inmediatamente aplicaciones de nicho que merezcan la pena desplegar, en ciertos segmentos de empleados, especialmente entre trabajadores móviles y en casos en los que navegar con pantalla táctil sea importante, asegura Lee.
Nicho de mercado
Este experto considera que hay algunas razones para soportar Windows 8, en ciertos trabajos concretos, como en empresas con grandes fuerzas de ventas y de marketing en movilidad. También para profesionales remotos o que viajan y quieren trabajar en equipos Windows 8, puede servir como portátil profesional y equipo de entretenimiento personal para mensajería, música y juegos y que, en otro caso, tendría que utilizar equipos diferentes, asegura.
También parece útil para entornos de trabajo donde varios empleados comparten la misma máquina, como en laboratorios donde varios técnicos acceden a datos o librerías, por ejemplo. También para tareas en las que no hay espacio para un teclado o ratón. Pero, el analista admite que la pantalla táctil no está muy indicada para escritorios empresariales. Además, considera que este tipo de pantalla no es muy indicada para mejorar la productividad del empleado que utiliza ordenadores tradicionales y los monitores solo representan una fuerte inversión.
Además, ofrecer Windows 8 sin pantalla táctil y tener a los usuarios trabajando en ordenadores tradicionales sería un gasto sin garantía de ofrecer una mínima ganancia en funcionalidad.
Encima, muchas empresas están migrando ahora de Windows XP a Windows 7, en “un proceso horrible”, asegura el experto. Puede tener más sentido esperar a que Windows 8 se comercialice con algunos ordenadores domésticos y dejar a los empleados que comiencen a utilizarlo. “De esta forma la curva de aprendizaje se completaría en su tiempo de ocio. Pero, no creo que este despliegue masivo en la empresa vaya a producirse de inmediato”, concluye.