La desaceleración económica mundial, y no la actividad de su competidor Intel, es la principal preocupación para el fabricante inglés de procesadores ARM Holdings, de acuerdo con una nota de El Economista.
La publicación explica que la crisis afecta los ingresos de ARM debido a que el gasto de los consumidores ha disminuido, y ARM depende en gran manera de sus derechos de autor, según palabras del director general de la división de Procesadores y Propiedad Intelectual Física de ARM, Simon Segars.
ARM diseña los procesadores de bajo consumo energético que se encuentran en casi todos los teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos. El fabricante, con sede en Cambridge, otorga licencias de su tecnología y recibe una cantidad por cada procesador despachado en dispositivos móviles, electrodomésticos o juguetes.
Este esquema de licenciamiento ayudó a ARM a cumplir con sus expectativas de ingreso en el primer trimestre, debido al uso de sus diseños de eficiencia energética. Otra noticia positiva para el fabricante es que al parecer este año Microsoft liberará su sistema operativo Windows, basado por primera vez en una arquitectura ARM.