Las empresas que hacen la diferencia

Las personas de antes solían decir que el mejor lugar para trabajar es el que queda cerca de casa, y aunque suena bien no estar lidiando diariamente con el tráfico, nada más lejos de la realidad, pues vemos que se requiere más que eso para que una persona pueda desempeñarse adecuadamente en un lugar en el que por lo menos pasa más de ocho horas diarias. Es cierto, cuestiones como tener un sueldo competitivo, seguridad social, bonos y prestaciones superiores a las de la ley son importantes para que el empleado sienta que su trabajo le da por lo menos para mantener sus necesidades primarias. Sin embargo, existen otros aspectos que tal vez algunas empresas han pasado por alto y que no obstante en una época de crisis como la que estamos viviendo y en la cual probablemente en algunas de ellas no se tengan planeados aumentos de sueldo para conservar al personal, y que son importantes llevar a cabo, sobre todo porque no le costarán tantos recursos. De esta manera, aspectos como el reconocimiento a su labor mediante un simple “gracias”, un elogio por parte de sus compañeros por haber contribuido en el logro de un objetivo común, una felicitación por su cumpleaños o su aniversario en la empresa, flexibilidad para el trabajo en casa, o para el manejo de la agenda del trabajador de acuerdo a su conveniencia si a éste en un determinado momento se le presenta algún problema de salud o de maternidad, harán que el empleado se sienta comprometido con la empresa “x” a la cual no sólo le interesa que éste cumpla con sus obligaciones pactadas sino también su bienestar, harán que éste sea más productivo. Los empleados “problema” son aquellos que no sienten este compromiso con la empresa, a los que les da flojera levantarse todos los días para llegar a tiempo a su trabajo, tal vez porque nunca les ha sido reconocido su esfuerzo, y lo cierto es que la responsabilidad no solo recae en el dueño de la empresa, sino en todos los que tenemos personal a nuestro cargo. Yo por lo menos eso intento hacer con mi reportero, le hago ver que su trabajo y/o actitud profesional es importante para la buena imagen de la revista; cuando comete un error, le explico pacientemente dónde estuvo su falla sin regañarlo, y cuando se acerca a mí para pedirme algún permiso, ni siquiera le pregunto a dónde quiere ir, si cumplió con los pendientes urgentes lo dejo ir sin preguntarle más, pues yo también a veces he tenido que salir temprano para realizar alguna actividad de tipo personal. Hacer que el empleado se sienta reconocido, pero también apoyado en sus problemas personales, es un buen camino para lograr un adecuado balance entre la vida profesional y personal. No sé si EdiWorld, empresa en la cual trabajo desde hace casi nueve años, sea una de las mejores empresas para trabajar, lo que sí sé es que mi director general y a la vez jefe directo nunca me ha negado un permiso, no me ha descontado ni un peso por reportarme enferma aún cuando no traiga el comprobante médico que exige contabilidad, y tampoco me ha descontado porque se me haya hecho tarde, y cuando he tenido una emergencia me ha apoyado… Lo anterior porque ha visto un compromiso de mi parte, que a la larga se ha traducido en un compromiso de la empresa hacia mí y viceversa. Y eso ha hecho la diferencia.