Tom Yager Los gerentes y directivos de Tecnologías de la Información en las empresas no se pelean por llevar Vista a sus instalaciones. Muchos están sólo distribuyendo ahora Windows XP Service Pack 2, y hay todavía por ahí muchas copias de Windows 2000 Professional. Pero Windows Server 2003 y Windows Server 2003 R2 no necesitan vender su entrada a la mayoría de los centros de cómputo donde se encuentran diversos servidores Windows Enterprise: fueron anticipados y bienvenidos porque redondearon las crecientes fuerzas de los Windows Servers en aplicaciones distribuidas, servicios de terminal, servicios de directorio, administración centralizada, colaboración, recuperación de fallas, y almacenamiento en red. De mismo modo, Windows Longhorn Server debe ser vendido con facilidad en las empresas que utilizan Windows. Primeramente, no comparte nada de la muy postergada búsqueda de identidad de Vista. Ahora en su segunda versión beta, Longhorn Server lanza entre sus innumerables nuevas características una que se espera en una versión de más importancia. Pero el énfasis general de Longhorn Server en consolidar y simplificar el despliegue y administración y hacer accesibles a los desarrolladores y administradores las funciones clave a escalas mayores y menores que las ofrecidas por Windows 2003 Server, es impresionante. Tuve la oportunidad de probar las ediciones de 32- y 64-bits de Longhorn Server Beta 2 en una instalación que incorporaba varias máquinas, donde el sistema principal eran un servidor Opteron de cuádruple núcleo y el más nuevo doble núcleo Athlon 64 FX-62 de AMD. El sistema FX-62 proporcionó servicios de almacenamiento a la red LAN de prueba usando un arreglo de almacenamiento Xserve RAID con una tarjeta PCI-Express de canal de fibra, ambos proporcionados por Apple. Una mejora que me gustó inmediatamente fue la edición Longhorn Server Core. Longhorn Server Core reduce a Longhorn de manera que servidores mucho más pequeños y simples proporcionan servicios esenciales como archivos/impresión, DNS, DHCP, y otros que pueden ser distribuidos a través de la red. Sin embargo, el despliegue y los costos administrativos de operación de traer un nuevo sistema Windows Server – aunque muy facilitado por Longhorn– todavía son significativos. En operación, encontré que Server Core puede ser la respuesta de Microsoft a la tendencia de usar Linux para los servidores que sólo se instalan y se olvida uno de ellos que la TI esparce por las grandes redes y sitios en las oficinas sucursales. La ventaja de Longhorn Server Core sobre Linux es su integración con el esquema de administración centralizada de Longhorn, y dadas las mejoras de Longhorn en esos terrenos, es un plus muy importante. Junto a esas mismas líneas, Microsoft también equipó Longhorn con un reducido juego de Directorio Activo repartido sólo para el uso de aplicaciones. Quizá ahora podemos escapar del temido Registro y los escalofriantes archivos .INI, ninguno de los cuales distribuye particularmente bien. Aquí está una mejora que me encantó: los servicios de terminal (Terminal Services) ahora tienen la capacidad de ejecutar aplicaciones hospedadas remotamente en una ventana que las hace indistinguibles de una aplicación local ordinaria. En lugar de tener dos escritorios en cada máquina –uno local y otro hospedado por los servicios de terminal– o echando mano de clientes delgados para un acceso remoto, más simple y económico, a las aplicaciones, Microsoft copió algo de la estrategia de virtualización por aplicación de Softricity. Los gerentes de sistemas encontrarán, como yo, que pueden ejecutar una aplicación en un sistema cliente sin instalarlo primero, lo cual trae el software Windows que ve el usuario a la era distribuida. Siempre me ha interesado cualquier función de Sistema Operativo o de aplicaciones que parezca depender de una conexión infalible de red. Hay muchísimo de eso en Longhorn Server, pero muchos de mis temores son apaciguados por la conectividad transaccional y en caché con los clientes. Un usuario cliente con una conexión rápida a la red LAN puede desconectarse de ella con más confianza de que los recursos esenciales hospedados en el servidor, como aplicaciones, seguirán estando disponibles localmente. Una situación poco segura que surge en las aplicaciones basadas en la Web corresponde al botón Regresar (Back) del navegador. ¿Qué es lo correcto que se puede hacer cuando los usuarios dependen de esto para hacer correcciones a información ya comprometida? Si estás actualizando una base de datos, es fácil: da marcha atrás a la transacción. Pero si estás trabajando con XML o con otro almacenamiento jerárquico, requiere de alguna programación inteligente. Esto será más fácil con el Sistema de Archivos Transaccional (Transactional File System) de Longhorn, el cual presta facilidades de dar marcha atrás a las aplicaciones que no son bases de datos. Facilitando su entrada Poner a los nuevos clientes y a los nuevos servidores en la red es una función primaria del personal de Tecnologías de la Información. Es angustiante. Al personal de sistemas no le gusta hacer este trabajo, y por consecuencia les toma más tiempo y tienen la presión de que la instalación de cada cliente deberá ser idéntica. Los Servicios de Instalación de Windows de Longhorn, sin embargo, obvian la necesidad de imágenes de discos y herramientas como Ghost. Un cliente o sistema servidor recién sacados de su caja con un disco duro en blanco pueden arrancar desde la red y ser configurados remotamente y cargados de manera remota. En un movimiento que me dejó deseando un día más de sol en Redmond, Microsoft puso la mayoría de las tareas de administración y monitoreo donde deben estar: MMC (Microsoft Management Console: Consola de Administración de Microsoft). Longhorn Server también tiene una interfaz administrativa expandida basada en la Web, la cual creo que llenará las necesidades de los administradores de redes heterogéneas particularmente bien -Linux y OS X tienen una plataforma agnóstica similar de facilidades de administración basada en GUI. Longhorn Server expande las políticas de seguridad de red de Windows a NAP (Network Access Protection: Protección de Acceso a la Red), un impresionante mecanismo basado en políticas que requiere que los clientes locales y remotos cumplan con ciertos criterios de seguridad, que van desde anti-virus activados y Service Packs de Windows para que las claves del Registro coincidan con los valores proporcionados, antes de permitirles la entrada a la red. Con NAP activo, parece casi imposible entrar subrepticiamente en una red Windows con una laptop que usted traiga desde su casa. Del mismo modo, si desactiva el antivirus o compromete de alguna otra manera la seguridad de su sistema para ejecutar software no autorizado, NAP puede sacarlo de la red y notificar al administrador, pero todavía lo puede dejar continuar con su trabajo, o (mi favorita) conectarlo pero dejándolo en una “cárcel” que restringe su acceso. El rol de Servidor Certificado de Longhorn Server juega una parte adicional con certificados revocables, formados internamente. El nuevo juego de funciones es casi abrumador, pero el dolor de cabeza que asocié con la instalación y administración de una actualización importante de una versión de sistema operativo no es parte de la experiencia con Longhorn Server. No sólo pude duplicar la funcionalidad de mis sistemas Windows Server 2003 con una administración más fácil y protección más fuerte, sino que también invoqué las nuevas funciones de Longhorn Server mientras todavía disfrutaba de una experiencia más fácil de administración del sistema. La adquisición de Softricity por parte de Microsoft y sus planes de hacer de un hipervisor de virtualización una parte estándar de Longhorn Server no han sido llevadas a cabo completamente en la versión Beta 2 que evalué. (Estoy especialmente intrigado por el prospecto de un hipervisor estándar). Pero aún sin eso, Longhorn Server Beta 2 hace evidente que nadie va a desear actualizaciones forzadas. Este sistema operativo de servidor no necesitará ningún empujón de Microsoft para encontrarle un buen lugar en las empresas.