En un post publicado esta semana la compañía de software Microsoft ha explicado la necesidad que tienen las compañías de moverse hacia Windows 7, porque el soporte para Windows XP acabará después de abril de 2014. Aunque la fecha parece lejana, las empresas suelen necesitar tiempo para realizar cualquier tipo de migración, aseguran desde Microsoft. La planificación, pruebas y formación de los usuarios suele llevar un año, “o a veces más”, dice la compañía. El fin del soporte para Windows XP significa que Microsoft ya no proporcionará parches de seguridad u otro tipo de actualizaciones para el sistema operativo, dejando a las compañías que utilicen esta versión de Windows a expensas del malware. Y es seguro que en 2014 empezará a aparecer malware escrito específicamente para los agujeros de seguridad conocidos de Windows XP que no serán parcheados. Asumiendo que Windows 8 llegue al mercado en 2012, eso dará a las compañías que aún utilizan XP poco más de un año para planear y desplegar toda la migración hacia el nuevo sistema operativo, poco tiempo. Para respaldar su propuesta, Microsoft ha hecho referencia a un informe de Gartner titulado Don’t Change Your Windoes 7 Plan Because of Windows 8, en el que se pide a las compañías que ahora utilizan Windows XP que se concentren en sus migraciones hacia Windows 7 y no esperen a Windows 8. Con diez años de edad, Windows XP sigue siendo una versión del sistema operativo de Microsoft muy utilizada, tanto en usuarios empresariales como finales. Los últimos datos de NetApplications muestran que Windows XP aún tiene una cuota de mercado del 50%. “Aunque más del 90% asegura estar comprometido con Windows 7 y Office 2010, la mayoría tiene computadores funcionando con Windows XP y Office 2003”, se asegura en el blog, donde también se dice que moverse hacia Windows 7 y Office 2010 permite adoptar una manera de trabajar actual, frente a lo que se hacía hace diez años.