No se puede vertir TI vieja dentro de botellas nuevas

Cada vez hay más compañías moviéndose hacia el cómputo en la nube, en busca de ahorros en el desempeño y otras mejoras. Sin embargo, uno debería esperar un paquete de resultados mixtos por una razón simple: la estructura tradicional de los departamentos de TI no fueron desarrollados para estas nuevas tecnologías o el nuevo mundo de los negocios.

Para los principiantes, la TI tradicional tiende a ser construida alrededor de un modelo de negocios basado en transacciones, pero estamos viendo un cambio hacia los negocios colaborativos. Shani Harmon, socio de la firma de consultoría administrativa Trium Group, dijo que “Mientras que frecuentemente se siente poco eficiente y hasta doloroso, los beneficios de la verdadera colaboración –el flujo libre de ideas y significados– es una fuente de ventajas sin par en el ambiente actual.”

La clase de procesos colaborativos que la generación “simplemente Googléalo” espera es soportada por los nuevos sistemas de TI. Sin embargo, si espera evidencia sobre cómo las compañías no se han adaptado del todo a los recientes cambios culturales, intente sondear a cualquiera de las personas que trabajan en el área de TI en la empresa de su elección con una pregunta específica. Si necesita más pruebas cuantitativas sobre la forma en que la TI tradicional no alcanza a cubrir la necesidades, considere un reciente estudio realizado por la Universidad de Oxford en el que se analizaron 1,500 actualizaciones tecnológicos y se concluyó que uno de cada seis proyectos sobrepasó su presupuesto en un promedio de 200%. Apodados como “cisnes negros”, estos proyectos demuestran que las grandes y costosas implementaciones de TI de la vieja escuela se adaptan mal a las necesidades de los negocios modernos.

En tanto que la preferencia de la TI tradicional se enfoca al perfeccionismo y el orden, lo que puede ser una ética admirable, difícilmente es la dirección en la que van los negocios ahora. En una empresa orientada a lo social, las soluciones son continuos trabajos en progreso sobre la retroalimentación de los usuarios, así como pequeños cambios a lo largo del ciclo de vida del proyecto. No es de sorprender que esto pueda ir en contra de la forma de trabajar en muchos departamentos de TI donde la filosofía que prevalece es la de “creamos la solución para el usuario/cliente.”

Como sea, la velocidad de los negocios y la innovación aumenta exponencialmente, lo que provoca que la paciencia para mantener una solución en desarrollo hasta que sea perfecta puede darle a la competencia la oportunidad de obtener un fuerte liderazgo. Esto es cierto para las implementaciones enfocadas en temas internos –las prioridades y necesidades cambian tan rápidamente que, cuando un proyecto demora demasiado, frecuentemente se empieza a ver qué tan útil será realmente antes de que se haya completado. No es sorprendente que los autores del estudio de Oxford concluyan que “los riesgos se incrementan a la par del tamaño del proyecto y su creciente complejidad”. El nuevo modelo de TI necesita sacudirse la “gran implementación” y proporcionar a los departamentos de TI la flexibilidad para reaccionar rápidamente ante las oportunidades que tiene a su alcance, haciendo mejoras pequeñas pero consistentes que muestran un valor mesurable.

Un área de preocupación adicional destaca un cambio general en los negocios, en tanto que la estructura organizacional se modifica de un esquema jerárquico a uno plano (lineal). Las compañías cada vez se basan menos en reglas, y la TI debe ser capaz de adaptarse para poder seguirles el paso. En términos de contrataciones, esto significa que uno debe buscar gente capaz de entender los diversos departamentos al tiempo que se mantienen firmes en el seguimiento de la estrategia general de la compañía.

Dentro de esta preferencia por la perfección, la comunicación jerárquica y los grandes proyectos, la generación de TI tradicional está casi condicionada a fallar en el ambiente actual. Por otro lado, la nueva generación de profesionales de TI –quienes crecieron en la web– lo entienden ampliamente y se manejan con relativa facilidad dentro de este modelo emergente. ¿Significa esto que los departamentos de TI exitosos deben estar completamente conformados por jóvenes en bermudas? En absoluto –la necesidad de cambiar no niega el valor de la experiencia y la perspectiva. Sin embargo, los más jóvenes representantes de la generación X y Baby Boomers a cargo de los departamentos de sistemas deben adaptarse a todos estos puntos:

  • Voluntad de liberar un producto que no sea perfecto y modificarlo sobre la marcha
  • Adoptar la mentalidad: “El usuario final juega un rol en la creación de la solución”
  • Aceptar la falla como parte del proceso de innovación
  • Acoplarse a una estructura de equipos de trabajo reducidos
  • Cambiar hacia una cultura menos basada en reglas y más orientada a la estrategia

Como lo indica el estudio, los departamentos de TI que se resistan al cambio pueden encontrar que en vez de solucionar el problema, ellos se han vuelto el problema.

 

 

Por Michael Kirven