La trayectoria que han seguido los modelos históricos de impresión parece poco definida ya que en ellos han intervenido distintos factores. En lo relacionado a la tecnología, el tipo de impresión matricial y la llamada en línea, con sus evoluciones, desde hace años se le consideraba totalmente fuera del mercado y para sorpresa de muchos de nosotros sigue teniendo su nicho de mercado hasta nuestros días. Es curioso que este tipo de impresión ha sobrevivido básicamente por la necesidad de copias de documentos como las facturas y otro tipo de comprobantes, todo esto tiene que ver con políticas gubernamentales. Con la llegada de tecnología de chorro de tinta, sublimación entre otras, parecía que las tendencias cambiaban de sendero, sin embargo pronto nos dimos cuenta que hay tecnologías que son por sus características, propias para entornos de mayor calidad y poca carga de trabajo. Así este tipo de impresión se apoderó de la micro y pequeña empresa y el hogar, siendo en este último un detonador claro la fotografía digital. En un corporativo o gran empresa la impresión láser es la tecnología dominante para altas demandas de impresión y la calidad adecuada para fines de negocios. Aquí hay dos aspectos que toman gran relevancia: la ecología y el ahorro. Actualmente el factor ecológico es un aspecto fundamental para el desempeño de la impresión corporativa. Por una parte la correcta administración de documentos con tendencia hacia el concepto sin papel, donde documentos digitalizados además de beneficiar a las organizaciones sobre la administración de los mismos, en si mismo al ahorrar papel salvan recursos forestales. El segundo factor tiene que ver con el ahorro para la empresa en papel, espacios para almacenar y la agilización de procesos al poder manipular organizadamente documentos digitales. La impresión centralizada en grandes maquinas en la actualidad, genera también un control de impresiones permitidas para fines exclusivamente de la organización y responsabilidades mas claras. A pesar de la tendencia actual hacia un mundo sin papel, la impresión en papel continuará por muchos años más siendo el presente ejemplar que esta leyendo un ejemplo de ello.