Paul Venezia Al final del lanzamiento de Apple de la Intel Mac, una compañía llamada Parallels llamó la atención con un producto que hace para Mac OS X lo que VMware Workstation hizo para el mundo Windows y Linux –virtualización completa de hardware en un paquete de estación de trabajo ejecutándose de manera nativa en Mac OS. Parallels permitió que los usuarios Windows insatisfechos cambiaran a Mac y se llevaran sus aplicaciones Windows con ellos. Las aplicaciones sólo para Windows y los juegos no son más un problema. La reciente liberación de Parallels Desktop 3.0 para Mac acerca aun más a OS X y Windows, y agrega varias funciones que se han vuelto necesidades en el mundo de la virtualización. La lista incluye imágenes instantáneas, hardware para rendereado de gráficos 3D en el sistema operativo invitado, un administrador de seguridad que actúe como una especie de firewall entre los sistemas operativos anfitrión e invitado, un sistema explorador de archivos del invitado, y soporte para arranque de particiones en Windows Vista, lo que permite a los usuarios del Boot Camp de Apple tener un esquema de arranque doble para correr sus particiones Windows dentro de Parallels Desktop. El soporte de imágenes instantáneas está dado en casi cualquier plataforma de virtualización debido a que la capacidad de congelar un sistema virtual en cualquier momento y regresar a ese punto en que todo funciona bien se ha vuelto uno de los mayores motivos para adoptar la virtualización. Por ejemplo, hacer una imagen instantánea justo antes de instalar algún paquete de servicio o de una actualización importante permite una recuperación casi instantánea cuando las cosas fallan. Como mecanismo para ahorrar tiempo, es algo casi sin igual. El nuevo Parallels Explorer en Parallels Desktop 3.0 también es útil. En lugar de arrancar un sistema operativo invitado para recuperar algunos archivos almacenados en el disco virtual, esta utilidad abre el sistema de archivos del disco virtual y permite copiar arrastrando y soltando desde el OS X al sistema de archivos invitado o viceversa. El administrador de seguridad también es una buena función, permitiendo un control más granular sobre qué dispositivos son visibles al sistema operativo invitado y qué nivel de intercambio de archivos está permitido. Para muchos usuarios, la mejor nueva característica en Parallels Desktop 3.0 será el soporte de aceleración de gráficos 3D por medio de hardware. Esto es el santo grial para los jugadores entusiastas de Mac que debían usar sistemas Windows porque los juegos a los que son adictos solo corren en Windows. El arranque doble con Boot Camp es una opción, pero es mucho más conveniente ejecutar un sistema virtual. Antes de esta liberación, el acceso directo a las tarjetas de gráficos dentro del ambiente Mac no era posible, así que la tasa de presentación de cuadros en los juegos y otras aplicaciones intensivas de gráficos sufrían demasiado. Parallels Desktop 3.0 proporciona acceso directo a la GPU, lo que significa que el software OpenGL y DirectX no sólo corren en una máquina virtual Windows VM, sino que lo hacen muy rápido. Máquinas virtuales sin regreso Instalé Parallels Desktop 3.0 en mi confiable MacBook Pro de 17 pulgadas con 2GB de RAM y el disco de 5400 RPM y 160GB. Debido a que tenía instalada la versión previa de Parallels, fui advertido de que actualizar requeriría que también actualizara mis máquinas virtuales y que las máquinas virtuales no serían compatibles con las versiones anteriores de Parallels Desktop. De otra manera, la instalación sería extremadamente rápida. Después de reiniciar, lancé la nueva versión y abrí una máquina virtual Windows XP existente. El proceso de conversión tomó sólo unos segundos, y después la máquina virtual arrancó. Inmediatamente después de iniciar sesión, el mago de instalación de Parallels Tools lanzó e instaló todos los controladores necesarios en la máquina virtual. Después de eso, la máquina virtual reinició, y todo estaba bien. El nuevo conjunto de controladores se debe sin duda alguna a las nuevas funciones de acceso directo a gráficas de Parallels Desktop 3.0 así como a las actualizaciones a los otros controladores para el mouse, intercambio de archivos, y demás. Desde el punto de vista de un usuario final, no noté la diferencia en la forma en que la máquina virtual de Windows XP funcionó, sólo que parecía un poco más rápida, y el tiempo de arranque se redujo apenas un 20%. Debo notar que la función de arrastra y redimensiona es extremadamente útil. En lugar de meterse en problemas con la configuración de la resolución de pantalla dentro de la máquina virtual, simplemente con arrastrar la orilla de la ventana de la máquina virtual redimensiona el escritorio de esta instantáneamente –genial. Las imágenes instantáneas son tan simples como esperaría. Crear una de mi máquina virtual Windows XP de 8GB tomó 30 segundos, y la imagen estuvo inmediatamente disponible. Hice unas imágenes instantáneas y regresé a una anterior. El proceso de regresar a una imagen instantánea involucra abrir el administrador de imágenes instantáneas y seleccionarlas, o simplemente hacer clic en un botón del lado derecho del panel. De ambas formas, regresar a una imagen instantánea anterior con cambios mínimos entre las imágenes toma sólo 25 segundos. El diseño del administrador de imágenes instantáneas es simple y muestra imágenes de la apariencia del escritorio cuando se hizo la captura para ayudar a su fácil identificación. Todo el proceso es simple y elegante. Después me propuse un reto más: la instalación de Windows Vista Ultimate. Tomé el camino fácil y permití que Parallels impulsara la instalación. Esto involucró introducir el código de producto de Vista a la ventana del instalador de máquinas virtuales de Parallels y seleccionar si se le daba prioridad al desempeño de OS X o de Vista (darle prioridad a Vista es la opción recomendada). Asentí, introduje el DVD de instalación de Vista, y esperé mientras el instalador de Vista hacía lo suyo. Estaba interesado en notar que aunque Microsoft recomienda 1GB de RAM para Vista, por defecto en Parallels se tienen 512MB. Mi MacBook Pro tiene 2GB de RAM, y pensé que asignando 1GB a la máquina virtual sería apropiado aquí, especialmente dada la inclinación de Vista a consumir todos los recursos disponibles del sistema. La instalación de Vista Ultimate tomó alrededor de 40 minutos desde la inserción del DVD a iniciar sesión en la nueva máquina virtual. Después del primer arranque, Parallels instala automáticamente todos los drivers necesarios, aunque sean apócrifos y requieran confirmación manual en cada paso – una molestia menor. Durante todo el proceso de instalación, la carga en la MacBook Pro osciló entre los 1.25, que de hecho es muy bueno. Después de la instalación de Vista, instalé Office Ultimate 2007. En total, la instalación de Vista y Office requirieron casi 16GB de espacio en disco – y Parallels por defecto le da a Vista 30GB, que era también el total de espacio libre en el disco duro de mi MacBook. Windows Vista adentro Aunque el modo de coherencia de Parallel no es nuevo en la versión reciente, aún es notable debido a la relativamente invisible naturaleza de la presentación de la aplicación. En el modo de coherencia, el escritorio de la máquina virtual no está atrapado dentro de la ventana de Parallels; sino que las aplicaciones ejecutándose dentro de la máquina virtual aparecen como ventanas únicas en el escritorio de OS X, y la interacción de aplicaciones es funcionalmente idéntica a las aplicaciones nativas de OS X. Para aquellos que sólo quieren correr una o dos aplicaciones Windows en OS X, este es con certeza el más adecuado. Experimenté algunas lentitudes significativas a veces cuando corría la máquina virtual de Vista, siempre atada a una gran actividad I/O de disco. Con un sistema más rápido –y especialmente con un subsistema de I/O de disco más rápida– estos problemas probablemente se reducirán. El explorador de Parallels le permite navegar a través de sus discos virtuales sin tener que encender su máquina virtual. Ofrece una interfaz de navegación más bien rudimentaria que imita al finder de OS X, y permite acceso a los archivos con arrastra y suelta. Lo encontré funcional y sorprendentemente rápido. Una falla definitiva de Parallels Desktop 3.0 es que aun con el acceso a las nuevas funciones del controlador de gráficos, los efectos Aero de Vista no son soportados. El problema es que Parallels soporta DirectX 8.1, pero Aero requiere DirectX 9.0. De hecho, he oído que la aceleración 3D sólo es funcional bajo Windows XP por el momento, pero no pude corroborar esta aseveración antes del tiempo de impresión. Considerando todo, Parallels Desktop 3.0 es en producto asombroso por el precio de $79.95 dólares. Se integra muy bien con OS X, viéndose y comportándose como una aplicación nativa mientras proporciona una funcionalidad sobresaliente. No se equivoque – ejecutar dos sistemas operativos pesados en un sólo sistema resultará en lentitud periódica, especialmente durante grandes operaciones de I/O en disco. Pero Parallels maneja la tarea con elegancia, y ciertamente se ajusta como anillo al dedo con Mac OS X.