La policía japonesa está adoptando una nueva estrategia para luchar contra el cibercrimen, la cual incluye aliarse con los hackers para atrapar a los criminales. Este innovador enfoque implica que miembros de la fuerza policial se unan a las comunidades de hacking para "establecer relaciones con los hackers y llevar a cabo las actividades necesarias de recopilación de información", de acuerdo a un plan publicado en Internet.
La Agencia Nacional de Policía también tratará de emplear más personal con conocimientos técnicos sobre los campos relacionados con Internet y los smartphones, así como sopesar la opción de enviar personal a las universidades técnicas para estudiar seguridad informática. También se trabajará en la creación de nuevos departamentos que hagan frente a los ataques cibernéticos, y en la organización de fuerzas regionales en los gobiernos locales de todo Japón. El documento dice que además se adoptarán medidas políticas, incluyendo la limitación del acceso a las conexiones que utilizan herramientas como Tor, un sistema que utiliza múltiples capas de encriptación para proteger el anonimato del usuario.
La agencia ha tomado estas medidas debido en parte a la avalancha de publicidad negativa surgida tras un caso sucedido el año pasado, cuando cuatro personas fueron detenidas injustamente después de que sus PC fueran hackeados y utilizados para enviar mensajes amenazantes. En diciembre, la organización ofreció su primera recompensa por un hacker, la cual ascendía a 3 millones de yenes, unos $36,000 dólares americanos.