La firma surcoreana ha aprovechado la presentación de este procesador de ocho núcleos para smartphones y tablets para mostrar que se basa en una nueva arquitectura que proporciona un mayor rendimiento sin afectar la vida de la batería.
En esencia, el Exynos 5 Octa es la unión de dos chips de cuatro núcleos en un único empaquetado, empleando cuatro núcleos para tareas de mayor demanda de rendimiento, como juegos o reproducción de video, y otros cuatro para las de menor potencia centrados en conservar la energía de la batería, como puedan ser el correo electrónico o la escritura de mensajes.
El chip está destinado a smartphones y tablets de gama alta, tal y como señaló Stephen Woo, presidente del negocio de componentes de Samsung Electronics, en su comparecencia en CES, en la que contó con la colaboración del expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
Pese a que Woo no quiso precisar la fecha de la llegada al mercado del Exynos 5 Octa, sí señaló que con él quieren competir con el Tegra 4 de Nvidia y con el Serie 800 de Qualcomm, también anunciados en la feria de Las Vegas y que podrían integrarse en dispositivos comerciales a lo largo de la segunda mitad del año.
En todo caso, Samsung sí llevó a Las Vegas un diseño funcional para mostrar las posibilidades del nuevo chip, con el que llevó a cabo diversas tareas simultáneas, además de una demostración de un juego con video 3D, si bien quedó claro que se trataba de un prototipo, al quedar patentes algunas fallas durante la demo.
El chip promete un ahorro de energía del 70 por ciento frente a los diseños actuales de Samsung, según Woo, pero no proporcionó datos más concretos sobre consumos.
Lo que sí especificó fue los núcleos de los que dispondrá el Exynos 5 Octa, cuatro Cortex A15, destinados a las tareas de mayor demanda de capacidad de proceso, y cuatro Cortex A7 de bajo consumo para el resto de funciones de menor demanda.