Fue en enero del 91 cuando me sumé a las filas de ComputerWorld México. Han pasado tan sólo 20 años, pero la evolución en el mundo de la tecnología, entonces llamada "informática", hacen que esa fecha parezca mucho más lejana.
Uno de mis primeros artículos, del cual honestamente no me acuerdo, fue sobre las diferencias entre los sistemas RISC OS, SCO Unix, Macintosh OS y MS-DOS. Ahí estaba yo revisando los análisis publicados por las revistas de IDG en Estados Unidos, leyendo hojas de datos entregadas por las empresas, subrayando y, con ayuda de la fotocopiadora, ordenando el material que serviría de fuente para armar mi artículo. ¿Por qué no simplemente busqué en Internet? Pues porque en ese entonces no tenía acceso a esa maravilla.
Sí que han cambiado las cosas. Recuerdo que los comunicados de prensa que llegaban a la redacción del periódico se entregaban sólo de tres maneras: una era asistir a la conferencia de prensa; la empresa en cuestión enviaba los boletines impresos en un sobre membretado a las oficinas; o la forma más tecnológica, a través del fax.
Con el paso del tiempo cambié mi rumbo profesional del periodismo a las relaciones públicas. En mis inicios como "PR" me tocó -a mediados de los 90- el uso de internet y, gracias a esa herramienta, pude enviar mis primeros comunicados por email. ¡Qué maravilla! Aunque he de confesar que la práctica del envío de información a las redacciones de los periódicos y revistas continuo vía "un correo personal" por muchos, muchos años.
Hace unos días asistí a un evento y reflexioné sobre la forma en que ha cambiado, casi sin darme cuenta, la forma en que trabajamos. La evolución y beneficios que la tecnología ha traído como herramientas para el desempeño de mi profesión van mucho más allá de la facilidad de enviar un comunicado de prensa.
El uso de internet, aquel que era casi imposible que yo tuviera en mi computadora de escritorio, es imperativo que esté disponible para todos los asistentes a una convención -en este caso 45 mil personas- y no sólo en mi computadora de escritorio (qué por cierto hace años que no uso una) sino en mi Macbook, en mi iPhone y en mi iPad. Información, imágenes fotográficas, audio y video pueden ser enviados en el mismo momento en que las cosas suceden. Así de sencillo.
Qué diferente es hoy todo comparado con 20 años atrás; el artículo aquel que alguna vez escribí sobre los sistemas operativos hoy suena a prehistoria. Todo lo que utilizamos actualmente en nuestra vida diaria, además de internet, de las computadoras en sí, de los sistemas operativos y de todos los "periféricos", merece una revisión.
La conferencia a la que hago referencia se realizó en San Francisco, Cal. Justo estaba yo jugando con mis herramientas tecnológicas: sorprendiéndome nuevamente de cómo en un momento es posible tomar una fotografía con una cámara profesional, inmediatamente tomar la memoria de la cámara y conectarla con un adaptador, subirla al instante a una galería fotográfica en "la nube", compartirla en FaceBook y en Twitter… todo en tan sólo unos minutos, cuando me encontré en Internet, también con sorpresa, con el anuncio de la muerte de Steve Jobs.
En estos 20 años de mi trayectoria al lado del mundo de la tecnología, 15 de ellos los he caminado muy cerca de Apple y, por consiguiente, del nombre de Steve Jobs; pero eso es otra historia y, si el editor me lo permite, será motivo de otra columna.
Directora de Comunicaciones Corporativas de Oracle México