
Por José Ramón González, Director General de Hitachi Data Systems México, Centroamérica y el Caribe.
Los datos recopilados por el satélite Aura de la NASA sobre los gases de la atmósfera, así como la radiación que afecta la capa de ozono de la Tierra y la calidad del aire en los Países Bajos, son considerados como un activo nacional. “Dentro de 100 años esta información puede ser de gran utilidad para ayudar a entender aspectos que afectan la salud de nuestro planeta, por ello debemos protegerla para asegurarnos de que sea posible y fácil de consultar", comentó Curt Tilmes, científico en la NASA.
Tanto para apoyar a la ciencia, preservar el acervo de una institución cultural o en la operación diaria de grandes y pequeñas empresas, la protección de sus datos es vital, cualquier interrupción, temporal o permanente en el acceso de su información puede estar asociada con importantes pérdidas económicas.
Es por ello que el almacenamiento y resguardo de la información es un tema que no sólo es para hacer frente a regulaciones, el terrorismo o desastres naturales, se trata de buenas prácticas comerciales, que a su vez tienen un gran impacto en la capacidad de operar en una economía exigente. Una pregunta importante que debe hacerse toda organización es: ¿sería capaz de continuar con las operaciones de mi negocio ante alguna falla o desastre que afecte la disponibilidad de mis datos? Muy probablemente la respuesta sería: no, por ello es necesario tener una estrategia de continuidad de negocios que a grandes rasgos debe considerar los siguientes puntos:
1. Detectar los riesgos
Al realizar un “Bussines Impact Analisys” nos podemos dar cuenta de todos los aspectos vulnerables del negocio, es decir, los factores que representar una falla temporal o permanente y ponen en riesgo la continuidad de las operaciones.
2. Definir un nivel de continuidad
Aquí es donde se determina el objetivo, ya sea mantener una operación mínima con los sistemas de facturación e inventarios, o ir a un nivel superior, incluyendo sectores del negocio que no involucran captación de efectivo de manera directa.
3. Identificar las interdependencias
Este es uno de los puntos de mayor análisis, debido a que se deben encontrar todas las relaciones entre aplicaciones, pues en la mayoría de los casos éstas se encuentran distribuidas en diferentes servidores.
4. Capital humano
Es relativamente sencillo contar con equipos de réplica, medios de comunicación, servidores, aplicaciones y bases de datos en todas sus gamas, pero no es tan fácil encontrar a los administradores, o a los expertos que conozcan y cubran el espectro de TI necesario para poder llevar a la realidad un plan de Continuidad de negocios (Bussines Continuity) y todo lo que implica. Es por ello que se destaca la necesidad de mantener al personal constantemente actualizado en tecnologías de almacenamiento.
5. Costos
En realidad no se puede establecer una relación directa entre “costo” y “continuidad del negocio”, obviamente se prefiere la supervivencia del negocio, pero sí se debe balancear cada uno de los puntos que se enlistan previamente para poder determinar la calidad, cantidad y tipo de recursos que se emplearán para alcanzar el objetivo de mantener en operación las actividades vitales de la empresa, con el propósito de evitar una catástrofe financiera y por consiguiente, el cese de operaciones, ya sea temporal o permanente. El consejo es, no pensar nunca en un plan de Continuidad de Negocios como un gasto, se trata realmente de una inversión.