Según David Johnson, de Forrester Research, el 24% de los 1,200 compradores de hardware de Estados Unidos y Europa entrevistados durante el tercer trimestre señaló que si bien no tenían planes para migrar a Windows 8, espera hacerlo en algún momento.
El resultado ha sido que la mitad del 49% de los similares profesionales encuestados por Forrester en 2009 justo antes del lanzamiento de Windows 7. Otras respuestas a las preguntas de la encuesta en 2009 y 2012, recalcó la tendencia: un 4% señaló este año que contemplan migrar en los próximos 12 meses, mientras que el 5% confirmó que tenía planes, pero no empezaría hasta el próximo año, frente al 7% y el 10% que dijo lo mismo hace tres años.
Los resultados no deberían ser sorprendentes. Desde hace unos meses, los analistas han señalado una indecisión como la reacción de la empresa hacia Windows 8.
David Johnson enumeró siete razones de por qué la adopción empresarial de Windows 8 está en riesgo. Entre ellas, el desaliento hacia migración, así como un atractivo limitado de las aplicaciones en la tienda de Windows, confusión entre los usuarios y los profesionales de TI acerca de las diferencias entre Windows 8 y RT Windows, y la interfaz de usuario tan diferente entre los dos sistemas operativos.
Si hay un resquicio de esperanza es por la utilización de Windows 8 en tabletas. El 20% de los cerca de 10,000 trabajadores encuestados señalaron que preferían Windows 8 en su próxima tableta, el 26% eligió a iOS, mientras que el 11% prefiere Android.
Johnson ha señalado al Office como una de las razones por el entusiasmo de Windows 8, si el conjunto completo de dispositivos de Windows 8 táctiles o la versión reducida, llamada Oficina de RT, RT en Windows-powered hardware como la propia Microsoft Surface RT tableta.
El entusiasmo por Windows 8 de los empleados, dijo Johnson, llevará a departamentos corporativos de TI a establecer políticas de apoyo a Windows 8, y acelerar BYOD (traiga su propio dispositivo).
La falta de entusiasmo de la empresa hacia Windows 8 pone en cierto peligro la apuesta de Microsoft. Cuando el CEO Steve Ballmer reunió a los desarrolladores de Windows 8, señaló que los millones de PCs con Windows 7 representa un grupo de clientes potenciales que los desarrolladores no pueden ignorar. Esta afirmación de Ballmer falla si los equipos con Windows 7 no se actualizan a Windows 8.