Hablar de sostenibilidad y eficiencia energética ya no es una cuestión de conciencia medioambiental, sino de supervivencia, ya que los esfuerzos de hoy tendrán importantes repercusiones en el futuro. Ante esto, las empresas tecnológicas tienen un papel fundamental en la promoción de prácticas que ayuden a preservar el medio ambiente en sus operaciones, productos y servicios.
Según una investigación realizada por la consultora McKinsey, la adopción de estrategias sostenibles por parte de las empresas tecnológicas puede reducir las emisiones de carbono hasta en un 15%. La investigación también muestra que estas prácticas pueden suponer un ahorro de capital de hasta el 30%. En otras palabras, las empresas que hagan de la sostenibilidad una prioridad empresarial estratégica contribuirán a la salud del planeta y tendrán ventajas competitivas al reducir costos.
En este sentido, AMD trabaja para que la preocupación con el medio ambiente se vea reflejada en sus productos. Hiram Monroy, Director de Ventas Comerciales en AMD México, Centroamérica y el Caribe, explica que la compañía tiene el compromiso de aumentar la eficiencia energética de sus procesadores y GPUs hasta 30 veces para 2025.
El objetivo de este esfuerzo es impulsar la creación de servidores y centros de datos con potencia de procesamiento de alto rendimiento y capaces de manejar eficientemente la inteligencia artificial.
«En AMD adoptamos una serie de acciones clave para operar en este sector. Una de ellas es dar prioridad a las fuentes de energía renovables, lo que nos permite reducir nuestro impacto medioambiental. Además, buscamos constantemente optimizar el consumo de energía en nuestros centros de datos, aplicando medidas para hacerlos más eficaces. También invertimos en investigación y desarrollo de tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia energética en todas las fases. Y para implicar a nuestros clientes en este viaje sostenible, fomentamos activamente el uso de productos responsables con el medio ambiente. De este modo, queremos promover la sostenibilidad y preservar el medio ambiente», afirma Monroy.
Para impulsar este objetivo sostenible y de eficiencia energética, AMD ha desarrollado una línea de procesadores para empresas que incluyen diversas características para mejorar la eficiencia energética en los centros de datos y otras aplicaciones empresariales. Una de las principales contribuciones de AMD EPYC al ahorro energético es su diseño System-on-Chip (SoC), que permite la integración de múltiples funciones en un único chip, eliminando la necesidad de componentes adicionales y reduciendo el consumo de energía.
Además, AMD EPYC utiliza la tecnología AMD Infinity Architecture, que incluye funciones como Infinity Fabric e Infinity Control, que permiten una transmisión de datos más rápida y eficiente entre los componentes del sistema y, en consecuencia, reducen la necesidad de consumo de energía.
Los Procesadores EPYC de 4ta generación están diseñados para ofrecen resultados comerciales en menos tiempo y, a su vez, reducir los costos, el consumo energético y el espacio de servidores. Asimismo, se ha mejorado su escalabilidad, lo que permite a los centros de datos utilizar más núcleos de procesamiento para lograr una mayor eficiencia energética. Otras mejoras son el aumento de la velocidad de reloj, la compatibilidad con PCIe 4.0 para reducir el tiempo de acceso al almacenamiento y la memoria, y el aumento de la capacidad de la caché, lo que reduce tanto la latencia como el consumo de energía.
Todas estas mejoras pueden ser muy beneficiosas para las empresas, especialmente para reducir los costos operativos relacionados con la energía, lo que contribuye a una mayor rentabilidad. Además, la integración de múltiples funciones en un solo chip y la transmisión rápida y eficiente de datos entre los componentes del sistema se traducen en un mayor rendimiento, lo que impulsa la productividad y la eficiencia de los procesos empresariales. La escalabilidad de los procesadores también proporciona una mayor flexibilidad y capacidad para manejar cargas de trabajo intensivas, lo que garantiza que las empresas puedan ampliar sus recursos de procesamiento según sus necesidades.
«Las empresas tecnológicas tenemos una doble responsabilidad: a la vez que debemos actuar de forma sostenible como organización, debemos ofrecer productos y soluciones a nuestros clientes que potencien sus estrategias de sostenibilidad, formando una gran cadena empresarial que busca cuidar y mejorar la vida en nuestro planeta», finalizó el directivo.