APIs, puentes que unen la economía digital

Para la economía física construir la infraestructura para conectar a nuestras ciudades y la población aporta a la competitividad. En el mundo de la economía digital, las APIs (Application Programming Interface) juegan un rol muy similar al conectar aplicaciones dentro de este ecosistema.

Las APIs son mecanismos que permiten conectar softwares de distintas empresas, negocios, instituciones financieras (como bancos tradicionales, entidades de valores, aseguradoras) e instituciones no financieras (empresas que ofrecen servicios financieros sin ser parte de la banca tradicional). Estas interfaces posibilitan una comunicación instantánea entre aplicaciones para optimizar procesos y proveer una gama de servicios más amplia.

El impulso de las APIs no solo reduce la complejidad del intercambio de información en aplicaciones que pueden tener distintas reglas o procedimientos, sino que permite la competencia de nuevos actores en la banca digital. Y para muchas empresas, se trata de metas simultáneas o paralelas: simplificar los procesos de la economía digital y crear un sistema realmente abierto -o interoperable- que beneficie al usuario final y a los negocios.

En el contexto específico de México, el crecimiento de la economía digital ha sido notable gracias a factores como el fortalecimiento de la infraestructura digital y la inversión de capital de riesgo en empresas que ofrecen servicios financieros, esto a partir del auge del comercio electrónico en años de pandemia.

Precisamente, los negocios que transaccionan en línea requieren integrar APIs para sustentar la demanda digital por venir. Hacia 2026 se prevé una tasa de crecimiento anual compuesta del 20% en el comercio electrónicodel país (que hoy representa alrededor del 5.8%del PIB total, según el INEGI), por lo que los negocios deben contar con una infraestructura estable que permita seguir escalando las operaciones.

Cuando hablamos de esta escalabilidad se debe tomar en cuenta el impacto que las APIs tienen sobre los clientes. Al momento de combinar contenidos de distintas plataformas multiplicas la posibilidad de ofrecer una experiencia personalizada, consistente y ágil a través de cualquier dispositivo, lo que generará confianza digital y su retención.

Esta confianza se puede ver reflejada en una de las grandes apuestas de los bancos tradicionales y las empresas de tecnología financiera: el Open Banking, considerada como sucesora de la banca tradicional. Una práctica en la que los usuarios dan su consentimiento explícito para permitir a estas entidades el acceso a sus datos a través de las APIs. La integración de esta solución actúa como un canal seguro para que los consumidores se vinculen con servicios financieros más novedosos y hechos a la medida de sus necesidades específicas.

APIs

En Brasil, un mercado muy similar al de México en tecnología financiera, se identificó que el 60% de los consumidores han encontrado atractivas las propuestas que surgen de este modelo financiero, como las wallets digitales, utilizadas ya en más del 30% de transacciones en México. Imagina que como usuario quieres tener una visión clara de tu situación financiera, incluyendo información como el gasto y la distribución entre cuentas de distintos bancos, ahorros e inversiones; gracias a las APIs puedes contar con esta experiencia unificada en tu smartphone.

Por supuesto, este proceso abarca el intercambio de datos, un tema que puede generar temor en el usuario. Sin embargo, las APIs creadas para manejar el flujo de dinero entre distintas aplicaciones, abarcan requisitos como el PCI DSS -mandatorio para transaccionar en línea-, u ofrecen la tokenización de los datos, lo cual quiere decir que los datos estarán encriptados al circular por las vías de la economía digital, por lo que se puede garantizar la seguridad.

A medida que el mundo sigue transitando hacia lo digital, la capacidad de reaccionar rápidamente a los cambios en los nuevos modelos financieros se convertirá en un pilar primordial. Las APIs fungen como un catalizador para detonar esta agilidad. Las tendencias indican que una mayor apertura y colaboración en el sector financiero son inevitables, y junto con la adaptación a los requisitos legales, serán la clave para el éxito y la sostenibilidad de los negocios del futuro digital.

Por Alexandra Saccone, Head of Product de Conekta.