La arquitectura de las aplicaciones distribuidas ha avanzado mucho en los últimos años como resultado de los entornos de nube, la contenerización, los microservicios y otras innovaciones de TI. Hasta hace poco, la mayoría de las aplicaciones para empresas tenía una base central. No tenían que relacionarse con otros grupos de datos, con dispositivos de IoT, o con otras aplicaciones al unísono para cumplir una función.
Pero ése ya no es el caso: de hecho, según el Informe de Tendencia Global: Cómo la 4a Revolución Industrial está cambiando a TI, a las empresas y al mundo, realizado por Lumen, cuatro de cinco tomadores de decisiones de TI encuestados manifiesta que un modelo de nube centralizado no puede dar soporte a las demandas de sus cargas de trabajo o aplicaciones distribuidas actuales.
Tomemos como ejemplo la robótica industrial: la conexión entre la aplicación controlante y los robots en la planta de producción requiere de una latencia exacta; y dichas aplicaciones no sólo se comunican con los robots. Esas aplicaciones distribuidas también necesitan almacenar información en localizaciones en la nube para otras partes del negocio que se están ejecutando en otras áreas del mundo. Existe asimismo un enlace de vuelta con el proveedor, que desea realizar el mantenimiento proactivo de los robots, monitorear la condición de estos e iniciar las reparaciones antes de que se produzcan las fallas.
La orquestación une a las aplicaciones con otras aplicaciones, con los datos que se están trasladando y con la infraestructura de computación, almacenamiento y de red. Las redes definidas por software (SDN) permiten que la capa de orquestación emita las llamadas a la red, activando nuevas conexiones en tiempo real a cualquier lugar al que deban dirigirse los datos, desactivando nuevamente la conexión una vez que los datos han llegado a destino. De esta manera se ahorra dinero, el proceso se torna más eficiente y se habilita una mayor flexibilidad.
El crecimiento de la computación de borde
Recientemente leí que el dos por ciento de las empresas tiene implementada alguna forma de computación de borde, pero dentro de tres años, el 50 por ciento implementará soluciones de computación de borde. Lo anterior se correlaciona con el crecimiento de las aplicaciones distribuidas de IoT que se benefician de la computación de borde de baja latencia.
Adicionalmente, muchas empresas necesitan reducir sus infraestructuras de tecnología en las instalaciones, de rápido crecimiento. Existen empresas del sector minorista que están duplicando su computación cada año, y están quedándose sin espacio. No desean convertir una tienda o un restaurante en un data center.
La computación de borde localizada cobra un sentido especial cuando se poseen varias tiendas concentradas en muchas áreas metropolitanas diferentes y es necesario enviar técnicos para cambiar el hardware o arreglar componentes de vez en cuando.
Asimismo, el mismo estudio de Lumen lanzó que la baja latencia es un factor clave: 60% de los tomadores de decisiones de TI a nivel mundial encuestados requiere una latencia de 10 milisegundos o menos para sus aplicaciones, y uno de cada 5 necesita 5 milisegundos o menos.
Esto aplica en varias industrias verticales: los hospitales no quieren usar su espacio para hospedar data centers, pero deben recopilar y procesar rápidamente grandes cantidades de datos, y necesitan computación y datos cercanos para una latencia baja y privacidad de datos más sólida; las empresas de inversión deben implementar aplicaciones de muy baja latencia para respaldar el comercio de alta frecuencia.
Conceptos erróneos sobre el 5G
Los CTO de las empresas y los proveedores de servicios en la nube cuentan que al principio pensaban que las aplicaciones de computación de borde solo podían ejecutarse en redes 5G, pero ahora se dan cuenta de que no es así. Algunos servicios de computación de borde no necesitan del 5G y son compatibles con múltiples tecnologías inalámbricas.
Casi un tercio de los tomadores de decisiones de TI a nivel global son escépticos respecto de que sus organizaciones vayan a utilizar el 5G, y la mayoría tiene inquietudes significativas en cuanto a la seguridad cuando se trata de depender de las redes 5G.
Otras tecnologías inalámbricas a menudo están mejor equipadas para las soluciones de computación de borde, y los clientes frecuentemente prefieren métodos de acceso a redes inalámbricas privadas sobre las redes 5G públicas, compartidas.
Adicionalmente, las empresas necesitan más ancho de banda del que puede proveerles el 5G. Sus necesidades de ancho de banda se duplican aproximadamente cada año, e incluso un Gb/seg no es suficiente. Para cuando el 5G se implemente de manera ubicua, ya no cubrirá las necesidades de ancho de banda de la mayoría de las empresas. Ahí es donde interviene una conectividad de fibra. La fibra es una de las formas más eficientes y altamente escalables de mover bits en una ciudad, en un país y en todo el mundo.
Nueve de 10 líderes encuestados con cargos directivos a nivel global dicen que la infraestructura de fibra es esencial para conectarse a una red distribuida en la nube. Una infraestructura de fibra es capaz de conectar muchos data centers en todo el mundo.
Por: Paul Savill, Vicepresidente Senior de Productos y Servicios Empresariales de Lumen.