A medida que pasa el tiempo y los avances en materia digital, las diversas compañías del mundo se enfrentan diversos retos para salvaguardar sus equipos y garantizar la continuidad de sus operaciones. Uno de ellos es la constante amenaza de atacantes cibernéticos que buscan desestabilizarlas para lograr obtener beneficios de manera ilícita. Éstos son una constante que, con el pasar de los años, hemos sido testigos de cómo empresas de diversos sectores, principalmente al financiero, petróleo y gas, industrial y energético, han resultado afectadas. Además, el escenario digital integrado por más de 150 billones de dispositivos que operan y que se encuentran conectados a través de diferentes ventanas abiertas como sensores, medidores, y procesadores de información, los cuales son un puente directo para cualquier tipo de ciberataque y que requieren contar con el mejor blindaje posible. A pesar de que estas violaciones han existido desde el inicio de la era digital, los ataques cada vez van en aumento.
A nivel global ocurren 15 millones de ataques por día. En cuanto a México, nuestro país se encuentra en el top tres de los países con mayor número de violaciones por parte de ciberdelincuentes.
Es fundamental que las instituciones lleven a cabo una valoración periódica en los equipos la cual pueda garantizar la seguridad del sistema y con ello, ser capaz de prevenir, o incluso contrarrestar, un ciberataque. Sin embargo, esta es una práctica que aún no cobra la importancia necesaria en el país.
De acuerdo con datos de Schneider Electric, un 80% de las empresas mexicanas no han realizado una valoración en años, mientras que los ciberdelincuentes avanzan peligrosamente en diseñar nuevas formas de penetrar los sistemas y tener éxito en sus ataques.
Esto representa un alto riesgo y momento de vulnerabilidad para el sector energético, uno de los más importantes y propensos a sufrir un atentado debido al gran impacto que pueden llegar a causar en la operación, costo y reputación de la empresa. Por otra parte, no siempre se tiene conocimiento de la magnitud de estos, pero lo que es cierto es que, sin importar si fue una violación a mayor o menor escala, los ataques cibernéticos pueden llegar a generar pérdidas globales equivalentes a tres o cuatro billones de dólares por año. Por ello, es prioritario que el mercado mexicano realice una valoración constante de la condición actual de los equipos para detectar el estado de su red y así, verificar que no existan ventanas abiertas que puedan derivar en posibles afectaciones.
«Sabemos que la tecnología avanza de manera acelerada, razón que provoca que los equipos se vuelvan más susceptibles a los ciberataques, un ejemplo claro es el sector energético y en los segmentos a los que pertenecen nuestros clientes como el minero y el de petróleo y gas”, comenta Felipe Rivera, vicepresidente de la división de Automatización de Procesos de Schneider Electric México y Centroamérica.