El crecimiento acelerado de las urbes es un importante desafío para los países, principalmente en América Latina, donde las ciudades están en desarrollo y dos tercios de la población vive en zonas de 20.000 habitantes o más, y casi un 80% en áreas urbanas. En este sentido, la situación de pandemia por la que atraviesa la sociedad pone de manifiesto la necesidad de impulsar los proyectos de ciudades inteligentes y conectadas.
Una Ciudad Inteligente busca conectar la tecnología para lograr el desarrollo de la población y el progreso de la infraestructura, es decir, que ofrecer calidad de vida, mejores servicios y mayor sostenibilidad son los principales objetivos que buscan perseguir.
En este sentido, «Las ciudades que han respondido mejor a la disminución de los impactos que ha dejado el Coronavirus, no son las menos pobladas sino las más conectadas, pues gracias al aporte tecnológico es posible tomar mejores decisiones en pro de los habitantes», comentó Genaro García, Director General de Magnet México.
Durante el auge de la crisis que provocó la pandemia, todos los sectores de la población se vieron afectados y encontraron en la tecnología la posibilidad de mantener instalaciones seguras, algunos lograron la continuidad de los negocios gracias a que las herramientas permitieron que los procesos críticos de las empresas siguieran funcionando. Por otro lado, los hospitales entendieron la necesidad de contar con infraestructuras inteligentes para garantizar la seguridad y la atención médica para todos. Todo esto es parte de las ciudades inteligentes.
Sin embargo, el director de Magnet, afirma que el eje rector de los desafíos que dejó esta situación es la reintegración social, y bajo este esquema, el nuevo paradigma para los proyectos de ciudades inteligentes debe suponer el uso de la tecnología para actuar de forma rápida e inteligente ante riesgos por pandemias. Un modelo de gobernanza que no responda a esta necesidad no saldrá avante de los actuales retos, ni de los futuros.
Ante este escenario, diversas empresas de tecnología han puesto sobre la mesa una variedad de recursos tecnológicos para impulsar proyectos de Ciudades Inteligentes, que por sus cámaras de video permiten la detección del uso de cubrebocas, el mantenimiento de la sana distancia, identificar la temperatura corporal y mantener el control de los aforos etc. Este tipo de tecnología es parte de las estrategias de seguridad muy utilizada por los gobiernos para la prevención de actos delictivos, investigaciones forenses y actualmente es una de las abanderadas en la lucha contra los riesgos de contagio.
Otra tecnología que ha respondido de manera eficiente a las demandas de los códigos de Bioseguridad en todo el mundo es el control de acceso biométricos, que han brindado la posibilidad del regreso a las actividades laborales disminuyendo los contagios por contactos físicos en las entradas de las oficinas y demás instalaciones donde el flujo de personas es constante.
Estas y otras herramientas buscan alertar de cambios o situaciones potencialmente peligrosas en tiempo real dentro de una zona visible, además permiten hacer análisis predictivos de los riesgos y actuar de forma anticipada, es decir, en gran medida, facilitan la coordinación, prevención y control de muchos aspectos
La apuesta de las Ciudades Inteligentes es que el uso de las tecnologías ayude a la gestión urbana, la eficiencia de los gobiernos, y la calidad de vida. «El reto ahora es buscar la reincorporación de las TIC para la disminución de contagios por COVID 19 y sus impactos, además de la respuesta eficiente a futuras crisis bajo un esquema de seguridad, resiliencia y sostenibilidad, concluyó Genaro García, Director General de Magnet México