Para seguir siendo competitivas y crecer en el actual entorno cambiante, las empresas buscan ser ágiles, responder y adaptarse rápidamente a los cambios y tener acceso continuo a los servicios y aplicaciones que requieren. Para lograrlo, han puesto sus ojos en la nube, un entorno que combina tecnología, gestión, economía de escala y resiliencia, y que se está convirtiendo el pilar fundamental de las operaciones críticas de las empresas.
Las organizaciones que han avanzado considerablemente en su trayecto hacia la nube dan testimonio de los avances en ámbitos como la eficiencia, la omnicanalidad, la colaboración con terceros y la innovación, ya que se pusieron servicios a disposición, que pueden ser consumidos desde cualquier lugar y dispositivo.
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Es evidente que la nube ocupa actualmente un lugar principal en las estrategias de negocio de las empresas. De acuerdo con una encuesta de IDC, cuando se pidió identificar las prioridades de inversión en los siguientes cinco años, las organizaciones mencionaron en primer lugar la nube, seguida por la conectividad inalámbrica y la inteligencia artificial/machine learning. Esta firma de investigación de mercado estima que en México el 56% de las empresas ya han utilizado alguna solución de nube pública, con la nube híbrida como la plataforma de mayor uso.
Gartner, por su parte, predice que las plataformas nativas de la nube servirán como base para más del 95% de las nuevas iniciativas digitales en 2025, frente a menos del 40% en 2021.
Desarrollo en la nube
Las estrategias actuales de la nube giran en torno a dos métodos distintos: el enfoque lift and shift, en el que las aplicaciones y los datos asociados se trasladan a la nube sin ser rediseñados; y el enfoque Cloud-first, en el que las aplicaciones se desarrollan o rediseñan específicamente para la nube.
Las empresas necesitan cada día personalizar más sus servicios y es precisamente ese enfoque desde el negocio quien debe entender los beneficios para desarrollar nuevas soluciones revisando para ello aplicaciones e infraestructura.
Es por tanto fundamental definir la estrategia de cómo y cuándo ir a la nube, y para ello Minsait propone un assessment industrializado que prioriza y prescribe la mejor estrategia garantizando la continuidad del negocio, tomando en cuenta para ello además de factores técnicos, los culturales, operativos y el impacto de las migraciones en el negocio como ya hemos realizado con éxito en entidades financieras o del sector público.
Las estrategias Cloud-first, consisten en desarrollar software y aplicaciones directamente en la nube sobre las plataformas y herramientas de los hyperscalers y luego migrarlos a la nube, acelerando de este modo dicho desarrollo y reduciendo los costos asociados a los recursos locales, migración y operaciones.
El éxito de estas estrategias radica en poder desarrollar soluciones de forma iterativa acorde a las necesidades del negocio, reducir o eliminar los costos asociados a los equipos de desarrollo y mantenimiento cuando se utilizan soluciones hospedadas en los servidores locales y tener la flexibilidad de arquitecturas de datos modernas. Asimismo, al trabajar directamente en la nube sobre arquitecturas nativas es posible acelerar la velocidad de entrega de funcionalidad, además de poder trabajar de forma remota y automatizada para acceder a los recursos de desarrollo y operación de las aplicaciones desde prácticamente cualquier lugar.
Es importante considerar que ser una organización nativa de la nube va más allá de la tecnología. Cuando planea adoptar un modelo de Cloud-first, se debe asegurar un cambio real a nivel cultural y organizacional. Este cambio de mentalidad hacia los principios de desarrollo ágil como DataOps y MLOps, donde la automatización de las actividades maximiza las capacidades y uso de la tecnología y por ello Minsait aconseja apostar por programas de reskilling y gestión del cambio específicos para el viaje al Cloud, no solo para roles técnicos sino también de negocio.
Es fundamental también crear una hoja de ruta acorde a la realidad de la organización y planear cuidadosamente cada etapa de la migración a la nube a través de frameworks específicos.
Si bien es cierto que la nube puede ayudar a eficientar costos gracias a que se reducen los gastos de capital y de mantenimiento, esto no significa que las organizaciones de TI no deban poner mecanismos para los servicios en la nube y cómo tenerlos bajo control desarrollando estrategias de FinOps. Aquí, la analítica también juega un papel importante para predecir la demanda y por tanto tener una planificación más óptima de los recursos Cloud como ya hemos hecho en algunas de estas transformaciones. Esto permite a nuestros clientes saber cómo establecer un presupuesto basado en el consumo y no sólo en una inversión inicial. Finalmente, para cualquier estrategia de migración a la nube es vital incluir un plan de ciberseguridad y de control sobre los datos más sensibles de la organización y hacerlo desde la etapa de diseño.
Como consecuencia de esta transformación, Las organizaciones Cloud-First tienen una capacidad mucho mayor de negocio al ser más ágiles, resilientes y veloces para adaptarse a un entorno que cambia constantemente, así como para competir de igual a igual con las empresas nativas digitales.
Por: Victor Hugo Martínez Rivero, Head of AI&Data México\USA de Minsait en México.