Códigos QR y su futuro en la nueva normalidad

Hace más de 25 años, Masahiro Tanaka inventó el código QR mientras jugaba sobre un tablero con piezas negras y blancas. Se dio cuenta, gracias a su afición por los juegos de estrategia, que la combinación representaba una forma de transmitir información. 

El ingeniero japonés, que buscaba para la empresa Denso Wave un código con mayor capacidad informativa que el código de barras, inventó así el código QR (Quick Response) en 1994. Muchos años después, una pandemia que modificó la forma de vida de los seres humanos finalmente le dio un uso masivo y práctico a su invento.

En la nueva normalidad, el código QR revolucionó su uso dentro de los menús de los restaurantes; de los pases de abordar del transporte aéreo y terrestre; de los pagos sin contacto en millones de establecimientos alrededor del mundo e incluso es la nueva forma de control y seguimiento de la pandemia en la Ciudad de México.

“Vemos una clara tendencia mundial a la adopción del QR por su facilidad, practicidad y seguridad. Es una tecnología adaptable a cualquier mercado, pero como método de pago se ha vuelto indispensable porque opera sin contacto ni intercambio entre personas, y además es sumamente veloz, lo que permite reducir tiempos y aglomeraciones”, comentó Ramiro Nández, Senior Manager de QR en Mercado Pago.

Desde el inicio de la pandemia, la fintech registró un crecimiento constante en la transacción de pagos a través del código QR. Para finales de noviembre, la cantidad de usuarios había aumentado un 155% en comparación a marzo, mientras que los establecimientos que comenzaron a cobrar con la tecnología crecieron un 250% de enero a noviembre.

Para algunos especialistas, el código QR no había logrado la popularidad por su falta de utilidad y por la necesidad de muchos smartphones de descargar una app para leerlos. Ahora, la facilidad tecnológica y la evidente practicidad de hacer trámites y consultar información en el teléfono sin contacto humano le han dado nueva vida.

Otro beneficio de los códigos QR es que una vez desarrollados, pueden tener cambios en la información sin la necesidad de generar otros. Los restaurantes fueron de los primeros en adoptar la tecnología en la nueva normalidad, pero las posibilidades para miles de industrias parecen infinitas.

Entre ellas destaca la de los pagos electrónicos, otra ventaja fundamental en una época donde el dinero en efectivo no solo es visto como posible fuente de contagio, sino como un producto en vías de extinción. Este uso como moneda de pago digital va de la mano con el sistema CoDi (Cobros Digitales) impulsado por el Banco de México. Todo indica que el código QR se irá adueñando de más espacios en los siguientes años.