Cerrar la brecha digital seguirá siendo un tema importante a medida que nos adentremos en el 2023, y aún queda mucho trabajo por hacer. Una nueva investigación de las Naciones Unidas ha revelado que todavía hay más de 2,900 millones de personas en todo el mundo que no están conectadas a Internet. A medida que comenzamos a ver Internet como un servicio, de la misma manera que veríamos el agua, el gas y la electricidad, es hora de que conectemos a quienes aún no están conectados.
Esto no es poca cosa, las redes están bajo una presión constante para hacer frente a la creciente demanda, mientras evolucionan junto con las nuevas tecnologías y se mantienen flexibles para una mayor expansión. Es fundamental que todos en todo el mundo tengan el mismo acceso a las oportunidades que brinda la conectividad de banda ancha.
Cerrar la brecha digital será un paso vital para facilitar la entrega de una amplia gama de servicios y aplicaciones para mejorar la eficiencia y la productividad empresarial, además de mejorar la vida cotidiana.
Los proveedores de la red continuarán trabajando en estrecha colaboración con las agencias gubernamentales para cerrar esta brecha. Ya estamos viendo enormes cantidades de fondos asignados por varios gobiernos y agencias de todo el mundo. Esta inversión en transformación digital e infraestructura proporcionará beneficios a largo plazo y de gran alcance para todos nosotros, tanto económica como socialmente. Aunque está claro que todavía tenemos un largo camino por recorrer en lo que respecta al despliegue de banda ancha, el futuro parece prometedor. Trabajando juntos, podemos hacer realidad la banda ancha para todos.
Sostenibilidad / ESG
En mira de este 2023, la sostenibilidad seguirá siendo un área de enfoque clave para todas las industrias, incluidas las telecomunicaciones. A medida que continúan aumentando las presiones externas de los consumidores, los gobiernos y los grupos ambientalistas, los líderes empresariales deben actuar. Actualmente se estima que las empresas de telecomunicaciones son responsables de entre el 1,6 % y el 3,9 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Sin una acción inmediata, esta cifra seguirá creciendo. Para mantenerse en línea con el Acuerdo de París, las empresas de telecomunicaciones deben reducir sus emisiones en un 45 % antes de 2030, o corren el riesgo de contribuir a los efectos irreversibles del cambio climático.
En todo el mundo seguimos viendo la entrada en vigor de la legislación ambiental, social y de gobierno (ESG), las grandes empresas en el Reino Unido deberán revelar sus riesgos relacionados con el clima, la Unión Europea está en el proceso de implementar esta legislación, y el presidente Biden ha firmado una orden ejecutiva para que el gobierno federal limite las emisiones de GEI. Prepararse y cumplir con estas diversas regulaciones no será una tarea fácil. Los proveedores de infraestructura se encuentran en una posición única en el sentido de que las redes están compuestas por múltiples tecnologías que requieren suministros de energía constantes, desde centros de datos hasta estaciones repetidoras, mástiles y celdas, por nombrar algunos.
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Los líderes de telecomunicaciones ya se han fijado ambiciosos objetivos internos para reducir el consumo de energía e incorporar iniciativas ecológicas en la actividad diaria de sus organizaciones. Sin pasar por alto el consumo de energía aguas arriba y aguas abajo en la cadena de suministro, al exigir transparencia en la huella de sus socios, los líderes podrán trabajar juntos para abordar el problema del cambio climático de frente. Con las iniciativas adecuadas y teniendo en cuenta la sostenibilidad, las empresas de telecomunicaciones pueden liderar el camino hacia un futuro más verde.
Expansión 5G
En la era digital actual, donde el acceso a Internet y las velocidades rápidas se han convertido en una necesidad, aún queda mucho trabajo por hacer en el desarrollo de la 5G.
Con una recesión inminente y una crisis en el nivel de vida, es probable que los consumidores se vean obligados a comenzar a tomar decisiones sobre los tipos de dispositivos y servicios de red que pueden pagar. Y, aunque algunos pueden cambiar de categoría o cancelar sus planes, otros se actualizarán a nuevos dispositivos para obtener acceso a los beneficios de la conectividad digital mejorada que viene con la 5G.
Además, 5G se utiliza para mejorar la experiencia del usuario de banda ancha móvil y permitir servicios FWA (acceso inalámbrico fijo) competitivos. Pero, en este año, 5G deberá expandirse a más casos de usuarios y aplicaciones. Para este propósito, la industria implementará de manera selectiva capacidades 5G independientes (SA) para desbloquear todos los beneficios de la tecnología 5G, incluido el soporte para capacidades de servicio de Internet de las cosas (IoT) sensible a la latencia, alta confiabilidad y extendida.
Estos beneficios son enormes para las personas, las comunidades y las empresas. Ya sea poder acceder a los servicios en línea, mantenerse en contacto más fácilmente con amigos y familiares, o administrar un negocio eficiente desde su hogar o una sede corporativa.
Este año esperamos ver empresas subsidiadas por fondos del gobierno a la altura del desafío de ofrecer banda ancha asequible. Esto no solo crea conectividad física, sino que también permite el acceso a esa conectividad a través de programas generalizados.
Además, desde una perspectiva empresarial, en los últimos meses hemos visto aplicaciones como el metaverso, web3, inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático que impulsan a los proveedores de centros de datos a centrarse en las capacidades al borde para proporcionar acceso de baja latencia a los datos en cualquier lugar y en cualquier momento; un cambio crítico en el apoyo a la transición a 5G.
Entonces, en este 2023, veremos cómo cada vez más datos son sensibles a la latencia y requieren un acceso más rápido. Lo que, por lo tanto, continuará impulsando la migración de una arquitectura del centro de datos de borde pequeño y núcleo grande, a una arquitectura de borde más grande y núcleo más pequeño.
El futuro de las redes / Desarrollo 6G
En este momento, el desarrollo de futuras redes está a años de distancia y la industria se centra en desarrollar 5G en los Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y África. Desde la introducción de 5G, ha habido numerosos elementos que han interrumpido su implementación, incluida la escasez de mano de obra y los problemas de la cadena de suministro debido a la pandemia. Dicho esto, a medida que nos seguimos adentrando en este 2023, el enfoque será fortalecer las redes existentes tanto para los consumidores como para las empresas. En el pasado, el enfoque de 5G ha sido ofrecer una conexión inalámbrica más rápida en un entorno más flexible, pero para mostrar sus capacidades, 5G deberá expandirse. Es decir, 5G está muy lejos de su objetivo de ser una red rentable independiente.
Con eso, las organizaciones públicas y privadas ya han comenzado a sugerir cómo creen que 6G se diferenciará de las redes existentes. Algunos han predicho que 6G será nativo de IA, centrándose en el aprendizaje automático, en comparación con las redes 5G nativas de la nube existentes. Dicho esto, solo estamos en la etapa en la que las organizaciones públicas y privadas apenas comienzan a conceptualizar la tecnología necesaria para demostrar esto en 6G. ¿Quién puede decir que en el futuro no podremos reconfigurar nuestras redes para mejorar la optimización a través de la IA? ¿Se hará realidad la introducción de redes capaces de detectar su entorno? Sólo el tiempo dirá.
Y, mientras esperamos, las empresas continuarán planificando y mirando hacia el futuro para que cuando la futura red esté cerca, el despliegue se realice sin problemas. Pero, como estamos a años de presentar dicha red, nos enfocaremos en monetizar y expandir 5G para que más personas puedan tener acceso a una red de alta calidad y alta velocidad.
Por Michael Wolfe, Vice President, CTO, Outdoor Wireless Networks, CommScope