Al observar las nuevas tecnologías que impulsan el diseño de redes, la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) realmente se destacan, puesto que ya no sólo se limitan a las películas de ciencia ficción. De hecho, son fácilmente accesibles, con casos de uso del mundo real que abarcan una amplia gama de aplicaciones y verticales. Por lo que ahora, el saber cómo las redes se verán afectadas por la realidad virtual y aumentada en un entorno empresarial es de gran importancia.
En pocas palabras, reducir la latencia y aumentar el ancho de banda se convertirá en una prioridad aún mayor. La latencia, o el tiempo que transcurre entre una solicitud y una respuesta, es extremadamente importante para las aplicaciones AR y VR. Esto se debe a que los datos deben transmitirse sin problemas para garantizar una experiencia realmente inmersiva. Los ejemplos específicos incluyen la superposición de objetos virtuales sobre los objetos del mundo real y la habilitación de 6 Degrees of Freedom (6DoF).
Este último se refiere al seguimiento del movimiento de rotación y traslación, que es particularmente importante para las aplicaciones de realidad virtual. Con 6DoF, los auriculares pueden rastrear los múltiples movimientos de los usuarios, ya que las superposiciones de objetos y 6DoF requieren respuestas rápidas de una nube AR tanto privada como pública.
Para Blake Van Scoy, Gerente de Soluciones de Mercado en el equipo de Estrategia y Tecnología Empresarial en CommScope, el ancho de banda siempre ha sido un requisito clave, aunque se está volviendo aún más importante a medida que las redes de clase empresarial luchan por satisfacer las demandas de datos de los usuarios que aprovechan las aplicaciones AR y VR para completar sus tareas diarias.
Como ejemplo, la transmisión de video 4K requiere un rendimiento de 25mbs. Cuando se multiplica por el número de usuarios por nodo, la demanda de ancho de banda comienza a aumentar rápidamente. Si el campo de visión se estrecha, el búfer se activa para evitar las fluctuaciones, lo que dificulta que los algoritmos predigan movimientos con precisión. Para evitar fluctuaciones y garantizar una experiencia de inmersión constante, las redes deben ofrecer un ancho de banda considerablemente mayor por usuario del que ofrece la infraestructura de red obsoleta.
Más allá de las aplicaciones AR y VR, la infraestructura de la red de back-end debe actualizarse para admitir una nueva generación de dispositivos de borde que consumen ancho de banda y puntos de acceso (AP) Wi-Fi 6. Todas estas nuevas tecnologías pueden beneficiarse de conmutadores multi-gigabit, cableado Cat6A y productos de capa 1 de fibra OM5. A medida que las aplicaciones se vuelven cada vez más importantes para la misión, los departamentos de TI deben asegurarse de forma proactiva de que las redes no sean el cuello de botella en 2019 o dentro de cinco años en el futuro.
“Al planificar una implementación de red o una actualización cíclica, los departamentos de TI deben considerar nuevas aplicaciones y asegurarse de que la infraestructura de back-end, desde los conmutadores hasta el cableado, esté tan preparada para el futuro como sea posible”, finalizó Blake Van Scoy.