¿Cómo será el mundo cuando superemos COVID-19?

En cuestión de muy poco tiempo el mundo se ha quedado mudo. En cuestión de horas, las calles están desiertas, las casas llenas de gente y todo el mundo está conectado a una red que hace ligeramente más llevadera la situación. ¿Cuándo terminará el estado de contingencia? Los expertos no pueden dar una fecha y mientras esta llega, asistimos al que probablemente sea uno de los mayores cambios de nuestra era.

«El mundo va a ser diferente cuando vuelva la normalidad» explica Alberto Bellé, analista de IDG Research. «Esta crisis es distinta a cuantas hemos podido pasar y cuando volvamos, vamos a volver a un mundo distinto, vamos a regresar a un punto de salida distinto al que partimos». 

El mundo va a cambiar, parece un hecho inevitable. Desde hace dos semanas la OMS declaró el virus como una pandemia global, y de momento la luz al final del túnel no aparece pero los expertos empiezan a vaticinar que son muchas las cosas que cambiarán especialmente aquellas relacionadas con el sector TI. 

Impulso a la transformación digital

Un aspecto positivo de la crisis que está provocando la pandemia del coronavirus es el impulso que está experimentando la digitalización. La tecnología no sólo se va a recuperar sino que probablemente en muchos aspectos crezca. Esta crisis está eliminando las barreras psicológicas que había ante la transformación digital.

«Había una barrera cultural muy fuerte que forzosamente se está eliminando ahora», añade Bellé. 

Tal y como expone el analista de IDG Research, la tecnología está posibilitando que multitud de compañías puedan desempeñar el teletrabajo sin apenas problemas, si bien es cierto que hay que ir con cuidado pues aquellas empresas que no modifiquen la dinámica de trabajo pueden caer en experimentos fallidos que afecten a su productividad y que en el futuro se muestren reticentes a implantar el teletrabajo por el problema de las soluciones en el momento actual.  No obstante, las grandes tecnológicas están facilitando multitud de herramientas para que las empresas puedan implementar el trabajo remoto de la mejor manera. 

Control de los datos

Por otro lado, César Córcoles Briongos, miembro del Observatorio Tecnológico de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de España, hace referencia a un punto de inflexión muy interesante. «Después del ejemplo de la gestión china de la crisis, que es más invasiva de la privacidad de las personas, podemos anticipar que se acentuará la tendencia ya existente de los estados de hacerse con más control de la información privada, y esto tendrá grandes repercusiones sobre el sector. Las empresas del sector se preocuparán más de tener cadenas de suministros más diversificadas. A la larga esto podría derivar en menos productos y componentes Made in China».

Cristina Cueto García, Computerworld España.