El ransomware es una de las amenazas digitales que más crecimiento ha presentado en fechas recientes, especialmente ha proliferado con la llegada de la situación de contingencia generada por el coronavirus.
El ransomware es un programa de software malicioso que infecta tu computadora y muestra mensajes que exigen el pago de dinero para restablecer el funcionamiento del sistema. Este tipo de malware es un sistema delictivo que tiene la finalidad de ganar dinero y que se puede instalar a través de enlaces engañosos incluidos en un mensaje de correo electrónico, mensaje instantáneo o sitio web. El ransomware tiene la capacidad de bloquear la pantalla de una computadora y cifrar archivos importantes predeterminados con una contraseña.
De acuerdo con analistas del sector, el ransomware es cada vez más peligroso tanto para las organizaciones como para los usuarios individuales. El porcentaje de ataques de ransomware ha crecido al 36% para las organizaciones y al 17% para los individuos, de enero a abril de 2020. En este sentido es importante conocer cuál es el precio a pagar por ser víctima del ransomware.
Dentro de todos los tipos de malware y amenazas que hay en Internet, el ransomware es una de las que más ha crecido en los últimos años. Está muy presente y con el paso del tiempo además han perfeccionado los ataques para evitar las herramientas de seguridad.
De acuerdo con cifras del sector en el primer trimestre de 2020, el costo promedio para las empresas por recuperar los archivos tras un ataque de ransomware es de 1 millón de pesos – en el caso de usuarios particulares y pequeñas empresas – y alrededor de 2 millones 700 mil pesos, en el caso de grandes compañías.
Esta cifra abarca solo la información comprometida, por lo que no está incluido el costo, por ejemplo, de los daños a la marca, de la pérdida de la reputación corporativa o de la pérdida de la confianza de los clientes.
Está claro que el ransomware es algo que utilizan cada vez más los piratas informáticos para llevar a cabo sus ataques y obtener beneficio económico. Esto, como vemos, afecta tanto a usuarios particulares como a empresas, aunque son éstas últimas las que pagan una cantidad mayor.
De igual forma, el ransomware se ha aprovechado de la pandemia del COVID-19, lo cual se ve reflejado en la cantidad de ataques en todos los sectores durante los últimos tres meses y que ha tomado ventaja de las condiciones de trabajo a distancia de las empresas, especialmente de las que no estaban preparadas o no contaban con políticas y protocolos para trabajar de forma remota.
No cabe duda que el ransomware es un problema que sigue en aumento, por lo que es vital que tomemos medidas y sepamos prevenir este tipo de ataques que pueden comprometer nuestra información e impactar negativamente a las empresas que no se han preparado adecuadamente.
Por Víctor Ruiz, fundador de SILIKN