COVID-19 ha impulsado el uso de criptomonedas en América Latina

Este año ha traído grandes retos y sobretodo nos ha obligado a reinventarnos y esto no excluye a la economía mundial, desde siempre  las monedas y activos tradicionales han sufrido pérdidas, lo que genera desconfianza en muchos sectores. Sin embargo, cada época de crisis representa oportunidad, y a partir de los desafíos que nos trajo 2020 la nueva economía digital y las criptomonedas han mostrado su gran potencial estabilizador. 

Desde su creación, derivada de la crisis del 2008, las criptomonedas han presentado un crecimiento constante y siempre se ha creído que su oportunidad para crecer exponencialmente llegaría con la siguiente crisis mundial. Sin duda, este 2020 nos ha sorprendido con importantes y alarmantes desafíos económicos, por lo que ha llegado el momento de poner a las criptomonedas a prueba.  

Si bien, bitcoin y el resto de criptomonedas ha crecido este año, la gran sorpresa ha sido el auge de las criptomonedas estables o stablecoins. Dichas monedas buscan seguir el precio de un activo tradicional para evitar la volatilidad que otras criptomonedas tienen. 

En este sentido una de las stablecoins que se ha abierto camino a partir de la contingencia que vivimos es DAI. Presentando el mayor crecimiento en los últimos meses, sobre todo en América Latina, ya que permite el resguardo de valor sin la volatilidad que caracteriza a Bitcoin, su valor se encuentra ligado al valor del dólar, además, garantiza operatividad 24/7 y la eliminación de fronteras para el envío y recepción de divisas. 

De acuerdo con la edición de junio de 2020 del Informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial, la que estamos viviendo se convirtió en la peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentan una disminución del producto interno bruto per cápita. Ante este escenario, las criptomonedas se han convertido en la alternativa confiable que ofrece algunas opciones de inmunidad.

En este sentido, a diferencia de otras stablecoins, la estabilidad de DAI no está mediada por el sistema bancario ni contrapartes financieras, sino que opera de manera descentralizada. Y entre otros beneficios, en las finanzas descentralizadas se pueden encontrar instrumentos de inversión y acceso a préstamos.

Actualmente, DAI se desarrolla a grandes pasos, existiendo hoy en día, alrededor de 77 millones de DAI emitidos en el mundo habiendo comenzado de cero en 2017. La garantía total que respalda esta circulación, es de 298 Millones de dólares en cripto, lo cual significa que por cada DAI hay 3.87 USD de respaldo en todo momento.

Además, es una moneda resistente a la censura, por lo que permite recibir y enviar dinero con total libertad, sin fronteras y de manera instantánea. Dicha cualidad es muy valorada por quienes deben mandar remesas a otros países, o estructurar pagos diferidos en el tiempo, cualidad no lograda por otras monedas volátiles.

“Conocemos y confiamos firmemente en el potencial de las criptomonedas para mejorar la vida de las personas, al permitirles tener una relación libre, segura y sin fronteras con su dinero”, comentó Gabriela Belden, Head de Marketing de Bitso.