Todos hemos estado en una situación en la que el WiFi disponible simplemente no está funcionando; ya sea en el trabajo, en un hotel, en una convención o incluso en la escuela. El mundo se ha vuelto cada vez más dependiente de la conectividad 24/7, y aunque eso nos ha ayudado a ser más eficientes en nuestras actividades, puede significar una gran frustración cuando nos encontramos con una conexión WiFi fallida.
Muchas personas no pueden realizar sus labores sin acceso a Internet por Wi-Fi, y en la escuela, la falta de confiabilidad del WiFi impide a los estudiantes acceder a sus tareas o entregarlas, lo que supone una grave desventaja para algunos de ellos. Cuando se trata conexión WiFi fallida, es posible identificar varias causas recurrentes que pueden llevar a estos problemas, sin embargo, realmente se necesitan sólo dos cosas para tener una conexión WiFi confiable.
La primera de ellas es un hardware que sea capaz de manejar una gran cantidad de clientes y tráfico. Sin un buen hardware, será difícil conseguir que las cosas funcionen bien. Lo segundo que se necesita, y ciertamente algo menos conocido, es un buen diseño de red, por eso, a continuación, nos centrarnos en el impacto que tiene el diseño y en los cuatro problemas más comunes que provocan fallas en la conexión.
1. Más puntos de acceso no significa mejor WiFi
La mayoría de la gente piensa que si se tiene una conexión WiFi fallida, añadir más puntos de acceso (AP) lo arreglará todo; sorprendentemente, esto es a veces lo peor que se puede hacer porque el WiFi es un medio compartido. Sólo hay una cierta cantidad de tiempo de aire disponible para enviar ondas electromagnéticas, por lo que añadir puntos de acceso sin un plan inteligente puede hacer que interfieran entre sí y empeorar las cosas.
Cuando varios puntos de acceso están en el mismo canal e interfieren entre sí, lo llamamos interferencia cocanal. Este escenario es común en lugares como las escuelas, donde cada aula tiene un AP. En situaciones en las que es absolutamente necesario tener más APs cerca, puede ser necesario reducir el ancho del canal.
La mejor manera de solucionar este problema es realizar un diseño adecuado. Utilizar programas de WLAN para diseñar y crear un estudio predictivo que ayude a colocar correctamente los puntos de acceso en todo el edificio. En la mayoría de los colegios se empieza con un punto de acceso por cada dos aulas, alternando en el pasillo en forma de zig-zag. Por supuesto, cada edificio es diferente y debe ser evaluado para obtener un diseño adecuado.
2. Hay que separar las VLAN
El Wi-Fi es un medio compartido. En un conmutador por cable, cada puerto es su propio campo de interferencia, pero en el WiFi cada punto de acceso es un único campo de interferencia, como un núcleo de red. Para que un dispositivo hable, todos los demás tienen que dejar de hablar (esto es cada vez menos cierto con los nuevos estándares WiFi, pero sigue siendo una buena práctica separar las cosas). Al tener las redes cableadas e inalámbricas en la misma VLAN, cualquier dispositivo que enviara un paquete broadcast ocuparía tiempo de emisión en todas las radios, ocupando ese medio compartido para paquetes que no interesan a los clientes WiFi.
Para remediarlo, es necesario crear un par de VLAN nuevas y mover todo el tráfico inalámbrico a esas VLAN, además de asegurar que haya menos de 250 dispositivos por VLAN WiFi. Esto hace que cualquier dispositivo que envíe información broadcast mantenga ese tráfico contenido en esa VLAN más pequeña.
3. Los índices MCS necesitan ser ajustados
El WiFi debe ser adaptable a cada situación. Hay veces que un AP puede comunicarse con un cliente cercano y con otro muy lejano en el siguiente paquete. Cuando los dispositivos están lejos, el AP debe utilizar tasas de datos más lentas para limitar la pérdida de datos en la transmisión. Esto se hace con un esquema de codificación de modulación (MCS).
El objetivo es asegurarse de que los índices de MCS sean aceptables en todo el edificio. Pero hay que combinarlo con la instalación del menor número de puntos de acceso necesarios para alcanzar esos índices MCS. No importa cuál sea la velocidad de conexión si hay demasiadas interferencias cocanal.
4. La alta ocupación del tiempo de emisión está limitando su flujo
La ocupación del tiempo de emisión puede ser una medida reveladora de lo bien que está funcionando su WiFi. El objetivo es limitar la sobrecarga tanto como sea posible, para que la mayor parte del tiempo de aire esté disponible para dar servicio a los clientes.
Aquí hay una lista de algunas cosas que pueden causar más sobrecarga:
- Demasiados identificadores de conjunto de servicios (SSID): Con un diseño adecuado, las redes pueden configurarse con tres SSID. El primero que hace 802.1X y utiliza VLANs dinámicas para poner los dispositivos cliente en la VLAN adecuada. El segundo SSID utiliza la clave precompartida WPA2/3 para cualquier dispositivo sin cabeza que no pueda conectarse con 802.1x (normalmente consolas de juegos, streaming o dispositivos de automatización del hogar).
- Interferencia de co-canal: Hay que asegurarse de que dos APs cercanos no están utilizando el mismo canal y se tienen los anchos de canal adecuados.
- Reduzca el tráfico de difusión: El WiFi es un medio compartido. El tráfico de difusión obliga a los dispositivos cliente a esperar a que termine antes de volver a hablar; y lo que es peor, el tráfico de difusión se envía a la menor velocidad de datos posible. Si se permite que un dispositivo se conecte a 1 Mbps, todo el tráfico de difusión se envía a 1 Mbps porque el AP debe enviarlo a una velocidad que sabe que todos los clientes pueden percibir. Por eso es una buena idea no permitir clientes 802.11b en su red.
Para evitar una conexión WiFi fallida necesita de un hardware confiable y un diseño adecuado, un Ferrari necesita una pista de carreras, no un camino de grava, para mostrar lo que puede hacer. El diseño es lo que determinará el rendimiento o fracaso de su hardware.
Las frustraciones del WiFi inducidas por el diseño son reales, pero no tienen por qué ser permanentes. Por eso, tener acceso a las herramientas de planificación y poder diseñar la ubicación de los AP, así como diseñar las VLAN y las subredes es fundamental.
El rendimiento y la seguridad de la red son las principales preocupaciones de los administradores de redes, pero la naturaleza dinámica y cada vez más impredecible de las redes actuales está creando nuevos puntos ciegos y hace que sea cada vez más difícil cumplir con estos requisitos. Para las personas trabajadoras en las industrias más exigentes del mundo, las redes “lo suficientemente buenas” no son lo suficientemente buenas. Necesitan redes que satisfagan las exigentes necesidades de su organización.
Por: Trey Lester, Senior Manager of Product Management, RUCKUS – CommScope.