Quince de cada 100 mexicanos sufren depresión, un padecimiento que afecta la salud mental y se ha disparado a raíz del confinamiento, que encuentra una causante importante en el exceso de información al que estamos expuestos.
“La pandemia por COVID-19 ha puesto en evidencia la importancia de cuidar la salud mental y vemos que, para muchas personas, los dispositivos móviles representan una pieza clave para conseguirlo gracias a la cantidad de recursos disponibles en el entorno digital para aprender a relajarse o incluso para recibir atención médica”, comenta Mayra Chiu, Vicepresidenta de Diversidad e Inclusión, y Desarrollo Organizacional de AT&T en México.
Anualmente se contabilizan más de 400 millones de descargas de aplicaciones móviles de salud y su demanda se ha incrementado desde hace 5 años, mostrando su poder de transformación para cambiar la forma en la que se atiende la salud mental –durante y después de la pandemia–.
Este panorama representa una oportunidad para los profesionales de la salud, para ofrecer diagnóstico, asesoría y tratamiento de manera innovadora, y sin necesidad de una consulta presencial.
Tecnologías como el aprendizaje automatizado o machine learning brindan a los especialistas nuevas posibilidades de personalizar diagnósticos y tratamientos: lo que antes se basaba en estadísticas poblacionales, hoy se puede construir a partir del análisis de datos como sexo, edad, estilo de vida y síntomas de un persona en particular.
La procuración del bienestar psicológico y emocional se está transformando: la telefonía móvil ha mejorado el alcance de los servicios, reducido el costo de los tratamientos y mejorado la calidad de vida de cada vez más usuarios. Tan solo en los últimos 5 años, 56 millones de personas que antes no habían tenido acceso a Internet se convirtieron en usuarios de esta herramienta, pasando de 27 a 83 millones de personas conectadas.
Gracias al poder de la conectividad, hoy cada persona tiene al alcance de la mano, una potencial solución para cuidar su salud mental.