El contexto actual de Latinoamérica y el mundo han obligado a la mayoría de las empresas a trasladar sus operaciones a un formato de Home-Office o teletrabajo, lo que ha significado encontrarse continuamente con problemas de conectividad wi-fi al intentar que su equipo de trabajo se coordine y opere de manera usual desde sus hogares.
En este sentido, tanto las empresas como las personas han visto afectado su trabajo, ya que las redes residenciales tienen que soportar cada vez más dispositivos conectados, saturando su ancho de banda y teniendo problemas de desconexión, entre otros.
“Esquemas de trabajo remoto como el home office, resultan atractivos en términos de ahorro y productividad en diferentes aspectos. Sin embargo, debido a la evolución tecnológica, el acceso al uso de herramientas de colaboración es cada vez más complejo de satisfacer en términos de conectividad y aplicaciones que puedan ser ejecutadas de forma similar a como se hace con los recursos de un ambiente empresarial, en contraste con los recursos disponibles cuando se trabaja desde casa”, comenta Jorge Isaac García, Systems Engineer en CommScope.
Aún cuando el principal aspecto que puede limitar un buen desarrollo del teletrabajo sea la baja capacidad de las redes residenciales en contraste con las empresariales, este esquema de trabajo presenta otros desafíos que los proveedores de servicios deben ser capaces de cubrir para asegurar una conexión fluida y eficiente entre los que, según especialista se encuentran:
- 1 – Mayor cantidad de dispositivos conectados a las redes residenciales. Esta es una tendencia que ha aumentado con el home office y la educación en línea, ya que ahora más personas se encuentran en su hogar por más tiempo, usando desde laptops, smartphones, tablets, Smart TV’s, además de dispositivos de voz inteligentes, etcétera.
- 2 – Demanda de mayores tasas de transmisión. El home office requiere de un alto tráfico de datos debido a la cantidad de información que se transmite vía internet, según el tamaño y la actividad de las organizaciones, que no cualquier instalación puede soportar. Por lo que es recomendable contar con soluciones como puntos de acceso (APs) que faciliten mayores tasas de transmisión, de forma segura y confiable.
- 3 – Las arquitecturas residenciales dificultan el acceso a la conexión. En los hogares es casi imposible contar con una instalación de cableado similar a la de las oficinas para poder ofrecer conectividad de la misma calidad. Por ejemplo, los múltiples arreglos arquitectónicos en ciertos hogares impiden la propagación efectiva de las señales de radiofrecuencia (RF) de un router-modem convencional residencial.
- 4 – Necesidad de seguridad equiparable a la de una red corporativa. Hoy las redes residenciales se encuentran con una tarea completamente nueva: gestionar la conexión a las redes empresariales desde el hogar de manera eficiente y, sobre todo, segura. Ahora que la información y los dispositivos conectados a la red no pueden ser protegidos o monitoreados por un equipo especializado de TI desde el sitio, será vital contar con sistemas o herramientas que permitan el monitoreo y gestión de manera remota.
Sin duda, el cambio de trabajo de oficina a casa fue drástico, pues las soluciones del mercado de tipo “residencial”, que apenas permitían satisfacer la demanda del consumo de datos del hogar tuvieron que adaptarse para soportar una mayor carga de datos.
Pero la tecnología ha evolucionado y hoy en día existen soluciones sencillas de usar y de fácil instalación que pueden asegurar un buen desempeño para los empleadores y empleados, evitando que situaciones como la distancia se interpongan en sus labores, todo a partir de fortalecer sus redes residenciales y corporativas con tecnología de vanguardia.