Antes de la pandemia, la humanidad estaba transitando una nueva revolución industrial caracterizada por la incorporación y fusión de nuevas tecnologías en la comunicación y en los hábitos de trabajo, ahora estamos viviendo cambios importantes en la economía global y por su puesto una transformación en las empresas, esto, según el Dr. Facundo Manes, neurocientífico y presidente honorífico de la Fundación INECO, durante el CenturyLink Forum Latin America 2020, ha llevado al mundo a una necesidad urgente de resiliencia.
Definiéndola como la habilidad cerebral de las personas para lidiar con las dificultades, asegura que “las crisis como la que se vive actualmente se convierten en una oportunidad para desacelerar el ritmo, hacer una pausa y ser más creativos, tratando de aprovechar los recursos del ahora sin perder el foco del futuro”.
Escenarios como los que trajo consigo el Covid-19, sirven como aceleradores de tendencias en auge que aportan a la humanidad y a los entornos empresariales oportunidades de innovación.
Tal es el caso de la telemedicina, la educación virtual y la imperativa necesidad de las empresas en invertir en plataformas tecnológicas, en conectividad, aplicaciones y procesamiento que le permitan mantenerse en ese escenarios cambiante a gran velocidad.
La incorporación a pasos agigantados de cada vez más modernas y disruptivas tecnologías en escenarios comunes de la vida cotidiana genera gran estrés entre las personas, dado que estos avances como la inteligencia artificial y el machine learning entre otros, supliendo algunas necesidades del entorno laboral y esto acentúa la posibilidad de que las máquinas puedan reemplazar sus roles. Lo anterior es lo que Manes considera uno de los desafíos para el día después; en este punto, recalca la importancia de la resiliencia ante la nueva realidad, la post pandemia augura como una época de gran aceleración tecnológica en donde los trabajadores y la humanidad en general deberá acudir de manera imperativa a esa capacidad de adaptación.
Finalmente, agregó que esta Revolución Industrial que estamos viviendo se trata de la fusión de lo digital y lo biológico. “Algunos ejemplos de los que ya somos testigos es en la interfase, cerebro-máquina o los avances en la biotecnología, robots con capacidad de aprendizaje, autos que se manejan solos; y la combinación de esa revolución con el contexto pandemia, hace necesario acompañar a las personas para adquirir habilidades que les permitan desarrollarse en empleos que no sean fácilmente reemplazables y fortalecer capacidades únicas del ser humano, como la creatividad, la capacidad de responder rápidamente a soluciones inesperadas que permitan mantener humanizados los procesos y el trabajo en general”.