Más del 50 por ciento de las empresas en México y Latinoamérica no cuentan con un DRP (Disaster Recovery Plan/ Plan de Recuperación de Desastres), cuya finalidad es diseñar un esquema de seguridad ante alguna contingencia que pueda amenazar o detener el funcionamiento de los recursos tecnológicos de la empresa. Por su ubicación geográfica, México es susceptible a un gran número de desastres naturales tales como huracanes, sismos, erupciones volcánicas, deslaves, inundaciones, etc., lo que hace fundamental que las empresas que operan en el país cuenten con un servicio que garantice la continuidad de sus operaciones aún en situaciones de desastre.
La consultora Mercer, perteneciente al grupo Marsh & McLennan, detalla que, en Latinoamérica, las empresas no han considerado como prioritario un plan de recuperación ante posibles desastres. Por otra parte, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México el 95.4 por ciento del total de las empresas son Pymes y éstas son las que se encuentran con mayor vulnerabilidad ante desastres naturales.
Gustavo Valdez, Director General de Ikusi México, resaltó la importancia de contar con este tipo de planes, debido a que muchas empresas incluso pueden verse seriamente afectadas ante la pérdida de información orgánica, que pone en riesgo la continuidad operativa, así como la acreditación de penalizaciones o multas según el giro al que pertenezcan.
Cabe destacar que estos fenómenos naturales pueden provocar además, entre otras cosas, que se pierda la conectividad y/o fallen los servidores de muchas plataformas gratuitas y redes sociales de dominio público.
Gustavo Valdez enfatizó que miles de empresas en México y en el mundo basan su comunicación en el uso de estas redes sociales de acceso gratuito. Mediante estas plataformas se comunican entre colaboradores, con sus clientes, así como con proveedores y agentes externos a la empresa. Esta dependencia a estas plataformas las coloca en franca vulnerabilidad y pone en riesgo su continuidad y operatividad, ante una eventual falla en estos sistemas. Y justo ante este escenario, es que resulta imprescindible que las empresas cuenten con un Plan de Recuperación de Desastres, ya que mediante este servicio se hace uso de plataformas de enlace y comunicación, que garantiza que en ningún momento se pierda la conexión y la comunicación entre todos los eslabones de la empresa.
Valdez añade además que existen soluciones que soportan la operación de las organizaciones ante cualquier evento que tenga un impacto negativo en ellas. Este modelo de servicio resulta conveniente al momento de optimizar costos y cargas de trabajo, ya que las copias de respaldo son generadas de forma automatizada y segura hacia la nube, tal como lo hace la solución DRP Integration de Ikusi que genera un esquema de comunicación empresarial entre sus centros de datos (primario, secundario), hacia la nube de Ikusi o hacia la nube pública (AWS, Azure, Google, entre otros); establece flujos de trabajo para gestionar el respaldo y la recuperación de los recursos de cómputo, almacenamiento, red y aplicaciones; portal multicloud dirigido a usuarios finales para la gestión de los recursos; análisis de la tendencia de los recursos en capacidad y rendimiento, entre otros servicios asociados a DRP Integration.
El directivo de Ikusi indicó además que los sismos que se presentaron durante el 2017, hicieron que muchas empresas valoraran más que nunca la importancia de contar con un plan de acción ante este tipo de eventualidades, “estos sucesos fueron una muestra tangible de lo expuestas que están algunas empresas en México ante desastres naturales. Resulta fundamental que las organizaciones se enfrenten y preparen contra posibles desastres de cualquier tipo, que puedan dañar su infraestructura tecnológica y por consecuencia poner fin a sus actividades. Un DRP es una estrategia de acciones a seguir para mantener la continuidad operativa y ejecutar una rápida recuperación de los servicios de TI (hardware y software) ante cualquier eventualidad”, aseguró el directivo.