La creciente necesidad de vehículos más limpios que garanticen la movilidad a la vez que reducen emisiones, ha impulsado nuevas opciones para los consumidores en distintas regiones.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que en México la venta de vehículos que utilicen alternativas de energía diferentes a la gasolina, se incrementó 33.11% en los primeros siete meses del año, con respecto al mismo periodo de 2018. De enero a julio ya suman más de 12,400 unidades híbridas vendidas en el país.
Entre estos vehículos destacan los autos eléctricos, los cuales son una alternativa debido a que han evolucionado para tener una mayor autonomía; aunque depende del modelo, estas unidades pueden recorrer hasta 300 kilómetros con una sola carga.
En este contexto es que Electro Mobility Accelerator se presenta como la solución de Dassault Systèmes para que ingenieros y diseñadores automotrices continúen optimizando recursos. Primero, les permite conceptualizar los vehículos integrando diferentes sistemas. Después, les permite ponerlos a prueba desde la plataforma 3DEXPERIENCE, que trabaja con modelos integrados para ensayar su funcionamiento de forma virtual y entender cómo se comportaría de forma real.
Esto quiere decir que en la fase de diseño se pueden multiplicar conceptos y configurar las piezas con mayor precisión. Durante el desarrollo del vehículo es posible validar el modelo digital en todas las fases. Luego, se pueden realizar simulaciones para optimizar el funcionamiento del automóvil antes de proceder a un diseño final.
Una de sus principales características es que está enfocado al desarrollo y ensayo virtual de vehículos de próxima generación, o sea de autos en los que convergen ingeniería, diseño, conectividad y seguridad.
Al respecto, Gunther Barajas, vicepresidente de Dassault Systèmes México, comentó: “Sabemos que nuestros clientes necesitan diseñar autos eléctricos más inteligentes, conectados y seguros, a la vez que simplifican el proceso de desarrollo y optimizan recursos”.
El desarrollo de nuevos automóviles eléctricos implica gestionar complejidad de muchos componentes para optimizar su rendimiento y garantizar su seguridad.