En un contexto mundial en donde la población se está mudando a zonas urbanas, la necesidad de desarrollar ciudades inteligentes se está convirtiendo en una necesidad para resolver problemas de movilidad, seguridad y contaminación.
Muchas ciudades han tomado al menos un paso adelante para aprovechar la tecnología en favor de aspectos críticos como la movilidad, el medio ambiente, la gobernabilidad y la economía. El nivel de interconexión y eficiencia en cada uno de estos aspectos entre sí determina el estado en que se encuentra cualquier ciudad de acuerdo con las características de una ciudad inteligente. Todas estas innovaciones, posibles gracias a tecnologías de la información y la inteligencia artificial, contribuyen a que las ciudades inteligentes sean más seguras, limpias, más eficientes y en general más habitables.
De acuerdo con el estudio “Cities in Motion Index 2020”, una investigación hecha por la escuela de negocios IESE, la ciudad más inteligente en el mundo es Londres, seguida por Nueva York y Paris. La Ciudad de México, se encuentra muy por detrás, ocupando la posición 130, incluso después de ciudades como Ciudad de Guatemala o San José en Costa Rica. Y a pesar de que la interconectividad y la tecnología son avances en nuestro estilo de vida, si no se cuentan con las medidas adecuadas de ciberseguridad para protegerlas, los resultados pueden ser catastróficos.
¿Por qué la ciberseguridad juega un papel clave?
Para imaginar una ciudad inteligente deberíamos figurar que tiene un “gran cerebro” que controla muchos de los aspectos de la vida diaria en una ciudad. Por ejemplo, un caso es que se acerca la hora de mayor tráfico y, debido a un accidente automovilístico, la avenida principal esté cerrada y por lo tanto se necesiten encontrar rutas alternas. Inmediatamente, este “cerebro de la ciudad” impulsado por la tecnología, anticipa atascos automovilísticos y cambia los patrones de los semáforos para acelerar el tráfico.
Otro ejemplo de eficiencia es, un residente de la ciudad que quiere obtener su última factura de consumo de electricidad y para esto solo tiene que iniciar sesión en el sitio web de la ciudad y escribir su número de cliente para obtenerlo. De esta forma, la administración de la ciudad puede comprender los patrones de consumo de los clientes y barrios específicos para planificar su política pública energética para los próximos años, todo gracias al big data. Estos son solo algunos ejemplos de las muchas cosas que las ciudades inteligentes pueden hacer y lograr.
Ahora bien, si bien la infraestructura inteligente permite a las ciudades alcanzar nuevos niveles de eficiencia, estos sistemas interconectados se convierten en una nueva oportunidad para los ciberdelincuentes. Según el caso de estudio de Darktrace de la “Ciudad de Las Vegas”, las herramientas de seguridad convencionales están en gran medida mal equipadas para defender la nube híbrida y las redes industriales que alimentan toda la infraestructura de interconexión. Estos entornos diversos atraen cada vez más a ciberdelincuentes, que buscan interrumpir los servicios públicos o robar datos confidenciales. En ese contexto, la ciberseguridad se vuelve extremadamente relevante.
Consecuencias de no contar con la tecnología adecuada para blindar la ciberseguridad
La integración de tecnologías y su seguridad sigue siendo un desafío. Por ejemplo, contener ataques de velocidad de máquina es muy complicado si la Cyber AI no se encuentra disponible. Además, mantener la visibilidad total en una red también es casi imposible y defenderla a través de diferentes plataformas es demasiado complejo para equipos humanos. Estos desafíos, si no se manejan adecuadamente, podrían resultar en ataques a ciudades.
Un claro ejemplo de cómo podría verse un ciberataque contra una ciudad es lo que sucedió en Atlanta en 2018: hackers secuestraron la red informática de la ciudad exigiendo 51,000 dólares en Bitcoin para liberarla. Los atacantes mantuvieron la red secuestrada durante más de una semana, lo que provocó una interrupción en los servicios municipales, incluidas las bases de datos y las redes Wi-Fi. Aunque la ciudad se negó a pagar la cantidad que exigían los hackers, al final la administración de la ciudad gastó aproximadamente 17 millones de dólares, según el diario local Atlanta Journal-Constitution, para recuperar sus sistemas informáticos.
Las ciudades están bajo acecho de los hackers y las consecuencias de un ciberataque podrían ser devastadoras. Las ciudades deben prepararse en consecuencia o, de lo contrario, corren un grave riesgo.
¿Cómo proteger las ciudades inteligentes contra ataques avanzados?
Darktrace afirmó que muchas ciudades han establecido ciberdefensas innovadoras para proteger sus redes las cuales son altamente complejas. Además, los gobiernos municipales saben que la infraestructura digital que se encuentra conectada a Internet a menudo es vulnerable a ciberataques. Por lo tanto, la única forma de luchar contra esta constante amenaza es aprovechar las defensas que tienen como base la IA ya que permiten una cobertura en tiempo real de toda la infraestructura, para detectar y responder a las amenazas en segundos de forma autónoma.